Luchemos por la separación efectiva de la iglesia y el Estado en todo México

En los últimos meses las movilizaciones y debates públicos que las mujeres hemos protagonizado en todo México por el derecho de las mujeres al aborto legal, seguro y gratuito, ha generado la respuesta de la iglesia, grupos conservadores y partidos de derecha  a lo largo del país, para manifestar su rechazo a que las mujeres decidan sobre su propio cuerpo.

Con la firme convicción de lograr su cometido, estos sectores han convocado a marchas en todo el país, incluso citando en los mismos espacios donde las mujeres nos hemos movilizado a favor del aborto legal.

También han sido promotores de reformas constitucionales para proteger la vida desde la concepción y hasta la muerte natural en varios estados del país, así como quienes han ejercido presión al presidente y a todo su gobierno para que no “impulse una agenda de muerte, aludiendo a que todas las mujeres que se han practicado un aborto o lo defendemos somos asesinas.

AMLO les ha abierto las puertas de su gobierno a una parte de estos sectores, reuniéndose con ellos en dos ocasiones en tan solo 120 días de gobierno y plantea incorporarlos en las acciones de pacificación del país, encomendándoles labores de recuperación de los valores morales en México.  

Por si fuera poco, Obrador ha declarado sin ningún reparo que no vería mal que se le otorguen concesiones de radio y televisión a todas las manifestaciones religiosas, por lo que ya ha dado la instrucción de revisar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público para hacer las reformas pertinentes con este fin.

Estas acciones son tan sólo una de las muestras del papel  y poder que AMLO otorgará a la Iglesia durante la “cuarta transformación”, apertura que no ha mostrado hacia las exigencias y demandas de las mujeres en uno de los países con mayor cifras de feminicidio e impunidad de América Latina.

Lo anterior expuesto, junto a la cartilla moral y la evangélica visión de Obrador para hacer política y atender los problemas de México, son sin duda factores preocupantes para las mujeres, las comunidades sexo diversas y para los derechos que hasta el momento estos sectores hemos conquistado.

Es por eso que las mujeres  en este nuevo gobierno debemos sacar con más fuerza nuestros pañuelos verdes, pero también los pañuelos naranjas como nuestras compañeras Argentinas, para reclamar con fuerza y toda firmeza la separación efectiva de la Iglesia (y todas las religiones) y el Estado.

No debemos permitir que la iglesia se entrometa en asuntos de salud pública o asuntos que se deben resolver desde un enfoque de Derechos Humanos y salud, México es un Estado laico y los gobiernos y partidos políticos deben hacer a un lado sus concepciones morales y religiosas.

Pongamos al más alto nivel el reclamo de que la Iglesia deje de inmiscuirse  en decisiones que involucran a las mujeres y luchemos juntas por una sociedad en la que ninguna religión interfiera en las decisiones políticas de un país.

¡Defendamos nuestros derechos en un Estado Laico frente a la iglesia, la derecha y sus organizaciones!

¡Por la separación efectiva y total de la Iglesia y el Estado!

¡Por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en todo México!

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