Crisis migratoria: Edificando el gran muro Mexicano

Daniel Marcelo Vázquez Pineda

El viernes 7 de junio de 2019 el gobierno de AMLO y el de Donal Trump firmaron el acuerdo por el cual pretenden controlar el flujo migratorio de personas centroamericanas hacía los EEUU, seguramente no es necesario exponer los términos de ese acuerdo, sin embargo, para muchas personas las circunstancias bajo las cuales se firmó fueron ofensivas, ¿pero por qué ofendernos? ¿Porque parece que ahora México es el gran muro de Trump? Si México lleva mucho tiempo llevando a cabo esa tarea, más bien será porque ahora es obvio y está pactado por escrito. Analizando la historia de este proceso lograremos fundamentar de mejor manera nuestro descontento hacía este pacto.

Desde la administración de Felipe Calderón el gobierno mexicano recibió recursos para frenar la migración hacia EEUU, bajo el pretexto de incrementar la seguridad en la frontera sur y evitar que los cárteles sudamericanos traficaran con sus estupefacientes en la frontera sur, a través de la iniciativa Mérida de 2006 a 2010 el gobierno de Felipe Calderón expulsó del país a más de 300 mil migrantes que planeaban llegar al país del norte, esta tendencia continuó asentándose durante la administración de EPN donde tan solo en los primeros 4 años de su gobierno deportó a casi 500 mil migrantes, todo esto a cambio de recursos para financiar la llamada guerra contra el narcotráfico en la frontera sur, que según las cifras oficiales, cobró un costo de 100,000 migrantes secuestrados, al menos durante la administración de Calderón, a manos de grupos criminales.

Poco se hablaba sobre el tema durante las dos administraciones pasadas, pero como la actual pudo comprobar, el no hablar del tema no significa que este deje de existir de hecho esta estrategia no ha sido de muy eficaz pues a finales del sexenio de EPN la migración de hecho aumentó. La iniciativa Mérida no fue creada para disminuir la violencia en el territorio mexicano, simplemente se trataba de frenar el tráfico de migrantes y drogas hacía los EEUU, temas por supuesto relacionados con la seguridad de dicho país; de hecho en lo que refiere a la violencia en la frontera sur, esta no hizo más que aumentar en los estados de Chiapas y Quintana Roo, pero no estamos hablando de la violencia en México sino de migración ¿no es cierto? ¿Cómo puede ser que terminamos hablando del tema de la inseguridad?

¿Qué hemos aprendido hasta ahora? Que la migración siempre ha existido, pues sí, pero también hemos dado cuenta de las intenciones de nuestro vecino del norte en convertirnos en un gran muro que evite que los problemas lleguen a ellos, a costa de la vida de los integrantes del crimen organizado, defensores de derechos humanos, policías y militares, sin mencionar a los ciudadanos desplazados, secuestrados y asesinados, todos ellos mexicanos, nos hemos convertido en un gran muro que evita que los migrantes y la droga llegue al país del mundo con la mayor demanda de estupefacientes y de migrantes ¿Por qué? Bueno, no en balde Donal Trump ha utilizado como un argumento antinmigrante la ocupación de los inmigrantes de plazas en empleos manuales como en las fábricas, sembradíos, construcciones y demás trabajos de los cuales una economía neoliberal desarrollada no puede simplemente desechar y si piensan que este argumento es una falacia que le pregunten a Japón como le va sin inmigrantes, sin embargo, los flujos migratorios hacía los EEUU son mayores a la demanda que tienen de inmigrantes y ello supone que necesariamente tengan que recurrir a la regulación de estos, pues de lo contrario tendrían que cargar con el problema de desempleo y seguridad social que involucra encargarse de los miles de migrantes que van desde centro américa hasta ellos. No se necesita ser un genio para deducir por qué México es la mejor opción que tienen para cumplir dicha función, no sólo por su posición geográfica, sino también por las relaciones comerciales que existen entre los dos países.

Pero a todo esto ¿Por qué hay tanta migración hacía los EEUU? En parte le tenemos que dar crédito a AMLO por su diagnóstico, sin embargo, se queda muy corto en su análisis pues este está fundamentado esencialmente en una visión muy local del problema. Para averiguar las verdaderas causas que generan la migración de los países centroamericanos al vecino país del norte es necesario cruzar el océano atlántico para llegar a Europa un continente que recibió, tan solo entre 2016 y 2017, a más de 450,000 inmigrantes provenientes en su mayoría de países como Siria, Irak, Sierra Leona, Somalia, Marruecos y Libia ¿Qué tienen en común esos países? ¿Además, claro de grandes problemas políticos y sociales, sin mencionar guerras? Todos ellos son grandes exportadores de materias primas desde las más codiciadas como el petróleo hasta las igual de valiosas y poco conocidas como el coltán, componente principal en la elaboración de pantallas táctiles, a pesar de ser grandes exportadores de dichos productos ninguno de ellos es capaz de mantener en su país a los más de 100,000 inmigrantes que cada año llegan a Europa ¿Por qué? la mayor parte de sus recursos están en manos de empresas provenientes de los países a los cuales llegan los inmigrantes, países como Alemania, Francia y Reino Unido tienen grandes intereses en estos países pues les proporcionan las materias primas para la manufactura de los productos que posteriormente exportan, que de hecho son la causa principal de los conflictos en dichos países pues usualmente la inestabilidad política de estos países está asociada al control del territorio donde se encuentran estos materiales.

Lo anterior nos suena parecido por una razón, los países centroamericanos y de sur américa son para EEUU lo que los países africanos y de medio oriente son para los europeos, nunca se debe olvidar la doctrina Monroe, los EEUU mantienen sus intereses económicos en estos países, no en balde apoyaron el golpe de estado de Honduras en 2009 hecho que creo inestabilidad política y social en dicho país, de hecho las similitudes entre los fenómenos migratorios de áfrica y medio oriente con los de centro américa no terminan allí pues los europeos tienen su propio muro, uno que no solo divide países si no continentes uno llamado Turquía. Turquía aceptó en 2016 al igual que el gobierno de AMLO la categoría de tercer país seguro a cambio de 3 millones de euros destinados a la creación de campos que albergaran a los refugiados provenientes de medio oriente y del resguardo de miles de refugiados que hasta ese entonces se encontraban en Grecia e Italia ¿Para qué? Para que pudieran cumplir sus procesos de aprobación de asilo y refugiados en Turquía y no en Italia o Grecia a donde ya habían sido recibidos, creo que no es necesario enunciar el término del acuerdo entre México y EEUU por el cual se aceptó la estancia de los migrantes en nuestro país mientras sus solicitudes de asilo son revisado para su aprobación.

Todo lo que nos han dicho respecto a la migración de los centroamericanos radica en la inestabilidad que la región experimenta, sin embargo, con este análisis queda claro que la influencia de las potencias neoliberales tanto europeas como estadounidenses sobre sus países satélites son las que provocan precisamente ese clima de inestabilidad, pero las economías neoliberales no solo requieren de inmigrantes para funcionar, también requieren de países que les provean de la materia prima para sobrevivir, por lo cual resulta evidente que mientras el modelo de producción actual continúe también lo harán los flujos migratorios.

La crisis migratoria entonces ahora la podemos entender como un fenómeno global asociado a una crisis del modelo de producción actual, el neoliberalismo resulta incompatible con cualquier solución real que se pueda plantear, pues la solución a la inestabilidad que viven los países satélite es dejar de serlo de manera que puedan ejercer una soberanía plena de sus recursos que les permita llevar a su población a la satisfacción plena de sus derechos sociales de modo que termine su necesidad de buscarlo en los países centrales; no estar sometidos a los intereses que los actuales países centrales tienen sobre de ellos. En el actual modo de producción ¿Qué país en el mundo dejaría de lado sus propios intereses en aras de resolver los problemas de un país que le provee de los recursos para sostenerse? La incompatibilidad del modelo de producción actual con la posible solución de la actual crisis migratoria se ve ahora con claridad ¿Cómo resolver un problema cuando los medios de los que dispones para resolverlo resultan ser la causa del mismo? Este problema alcanza su máxima expresión en las circunstancias bajo las cuales  fue firmado el acuerdo entre México y EEUU los analistas, dentro del paradigma del libre mercado, no ven más allá de esto y terminan por decir que no existe manera de que un problema de migración, desde su punto de vista social, tenga que ser resuelto cohercionando a otro país con sanciones económicas como con las que el gobierno de Donal Trump amenazó al de AMLO para seguir su propia agenda migratoria, pues olvidan que todos los problemas sociales son económicos y los problemas económicos representan problemas sociales, de esta manera las relaciones comerciales con EEUU determinadas por un modelo neoliberal, que desde su punto de vista son favorables para México,  terminan por ser las cadenas que nos obligan a perder parte de nuestra soberanía nacional y ser parte de la solución de EEUU a su problema de migración, ceder ante su voluntad.

Es así como entendemos ahora porque nos sentimos incomodos con este acuerdo y él porque estamos enojados con él porque termina por expresar la máxima verdad de las relaciones entre EEUU y México un país subyugado a la voluntad del otro. Esta conclusión la encontramos en las declaraciones de la suspensión indefinida de los aranceles estadounidenses a los productos mexicanos pues demuestra el papel dominante que se ejerce sobre nosotros, la posibilidad de hacer algo simplemente por tener el poder de hacerlo.

La sucesión de un modelo de producción opuesto al neoliberal resulta ser la conclusión obvia para la resolución de las problemáticas actuales. El gobierno de AMLO clama ser poseedor de un modelo diferente al neoliberal pero se niega a romper las cadenas que atan a nuestro país a este, por lo cual, pese a la inconformidad que le pueda generar al 80% de la población tiene su aprobació la alternativa debe de gestarse en otro lugar de la historia.

Lecturas recomendadas.
Galeano Eduardo, Las venas abiertas de América Latina

Stiglitz Joseph, El malestar en la globalización.

Werner y Weis, El libro negro de las marcas: el lado oscuro de las empresas globales.


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