Mi abuela es negra. 25 de Julio, día de la mujer afrolatina y afrocaribeña

Zaira Chavarín Miranda y Atzin Morales 

Mi abuela Irene es negra y mexicana. Una mujer afromexicana que, además, desde su infancia y hasta la fecha, ha increíblemente resistido y luchado la extrema pobreza en el campo. Siempre trabajando desde temprano hasta altas horas de la noche, incluso teniendo que migrar a la ciudad de México para conseguir unas monedas de más, mientras era mi madre quien cuidaba a sus hermanas menores.

Como paracaidistas vivían en un callejón en el pueblo de Jojutla, Morelos. Todas las casas de lámina, cartón, zacate y piso de tierra. Excepto dos de ellas, que eran de más de un piso, enyesadas y de colores alegres, donde residían dos familias de tez blanca. Eran los “weros”, los “ricos” del callejón, como les decían mis primos. En ese entonces, no logré ver esa sutil diferencia en la negra piel, el rizado cabello, las anchas caderas, los grandes pechos y la chata nariz de mi abuela. Esa sutil diferencia que en realidad lo era todo en su vida.

Población afrodescendiente en México

Desde su llegada hace más de 400 años, los pueblos afrodescendientes han sido excluidos históricamente en todos los aspectos. Lo cual en la contemporaneidad explica el rezago en las políticas públicas que ha provocado que por la falta y violación de derechos no se han atendido sus necesidades básicas, por lo que no se garantiza el acceso efectivo a la educación, salud, seguridad y participación política de la población.
La población afromexicana constituye en todo el país más de 400 comunidades asentadas principalmente en Oaxaca, Guerrero y Veracruz, estos poblados son de bajos recursos y luchan día a día para recuperar su dignidad a través de la resistencia contra la marginación que les es impuesta, en el combate contra la pobreza y el racismo, y la conciencia adquirida a través de la militancia organizada en los movimientos sociales.

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En México ya ha empezado un reconocimiento a distintos grupos indígenas, pero nuestra tercera raíz, la negra, está olvidada. A más de 400 años de su llegada, este año fueron reconocidos legalmente cómo “Integrantes de la composición pluricultural de la nación, con acceso al desarrollo económico e inclusión social” agregando un apartado al artículo 2 de la Constitución mexicana para reconocer a los pueblos y comunidades afromexicanas (canal del congreso) sin embargo esto solo se ha asentado en papel y queda mucho que trabajar.

No hay voluntad política de los estados para combatir el racismo y la xenofobia; en gran medida se estancan en los programas de “inclusión” gubernamentales que no logran dar solución alguna a la discriminación étnica/racial tanto a nivel institucional como en la cotidianidad, donde el gran referente de belleza y de dignidad social sigue siendo la mujer blanca con rasgos occidentales y de la clase alta.

La lucha de las mujeres afrodescendientes

El día Internacional de las mujeres afrodescendientes nace el 25 de julio de 1992, donde mujeres negras de 32 países de América Latina y el Caribe se reunieron en República Dominicana para definir estrategias de incidencia política para enfrentar el racismo y sexismo desde la perspectiva de las mujeres negras.

Es una fecha que marca un hito en la lucha afrodescendiente. Son pueblos, ciudades y países enteros donde hay mujeres resistiendo al racismo y la invisivilización de sus cuerpos día con día. Tan sólo en América latina se percibe que son una minoría, pero lo cierto es que hay 200 millones de afrodescendientes de los cuales, el 51% son mujeres.

En México a las mujeres afromexicanas se les oprime por su raza, por ser mujeres y a la mayoría, por ser pobres, por lo cual no tienen acceso a servicios de educación, de salud sexual y reproductiva. Tienen una limitada o nula participación y representación política. En sus comunidades los pocos centros de salud brindan un servicio racista y sin personal capacitado, a las pobladoras no les permiten el acceso a métodos anticonceptivos y cuando se tiene acceso a ellos no se puede elegir libremente. Se han registrado casos de esterilización sin su autorización.

En cuestión educativa 8.4% de las mujeres afromexicanas no sabe leer ni escribir (cimac noticias 2017), por lo que muchas de ellas migran a las ciudades en busca de mejores oportunidades que no encuentran en sus comunidades. En el camino son víctimas de discriminación; se les hace cantar el himno nacional para “validar” su nacionalidad mexicana, son vistas como un artículo exótico por turistas y gran parte de la sociedad buscan relegarlas a la prostitución, vulnerando sus derechos humanos.

Hay una deuda histórica, jurídica y política con las mujeres afrodescendientes. Es fundamental reconocer el rol clave de las mujeres negras como sujetas políticas en la lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres, la lucha contra el capitalismo, el colonialismo, el patriarcado y el racismo que contribuye a la construcción de la nueva sociedad socialista, multicultural, antirracista y antipatriarcal. Así como el enriquecimiento histórico de valores, sabiduría y cultura que han formado la muldiversidad latinoamericana; una identidad en poblados de México donde las chilenas y merequetengues, el manejo sostenible y la conservación de los pueblos en los que habitan es lo que principalmente ha contribuido a la diversidad de la identidad mexicana. Su grito proviene de generaciones de antaño y aún sigue vigente.

El racismo sigue siendo una de las formas más perversas de negación, exclusión y violencia; es erróneo levantar una lucha feminista bajo un discurso hegemónico y neoliberal donde todas las mujeres somos “iguales” sin importar la orientación sexual, la clase y la raza. Por ello es necesario que el movimiento feminista de mujeres reconozcamos que la discriminación étnica-racial es un tema que atraviesa a nuestras compañeras de toda América Latina y el Caribe.

Desde Rosas Rojas nos sumamos a sus demandas; aplaudimos y conmemoramos la lucha política que han levantado nuestras compañeras afrolatinas que llegan a vivir hasta cuádruple opresión (ser mujer negra, pobre y lesbiana) en este sistema capitalista racista y heteropatriarcal.

¡Por el reconocimiento de mujeres negras en América Latina y el Caribe!
¡Por la defensa de los derechos las afrodescendientes!
¡La revolución feminista será antirracista o no será!
Recomendamos el siguiente material sobre la representación de la situación de los pueblos afrodescendientes y afromexicanos:

Documental: Somos afromexicanos, 2017, Nadia Galaviz, UAM.
Largometraje: La negrada, de Jorge Pérez Solano, 2018.
Canción: Me fuí, de Reymar Perdomo.
Película: Hiddem figures, 2016, Theodore Melfi.

Referencias:
“Afrodescendientes en la CDMX”, por NotimexTV. https://www.youtube.com/watch?v=T7GahrbVtww

“Mujeres afrolatinas asumen el reto de trasformar sus comunidades”, por France 24 español. https://www.youtube.com/watch?v=c2O-S_QyeyM

Jazmín Reyes Paredes, Afrofemeninas, “25 de julio: Por todas nuestras mujeres negras”.

25 de julio: Por todas nuestras mujeres negras


Colectivo Presencia y Palabra, “25 de julio: Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora”. https://www.pressenza.com/es/2018/07/25-de-julio-dia-de-la-mujer-afrolatina-afrocaribena-y-de-la-diaspora/
Fernanda Morales Aracena, “25 de julio: mujeres afrodescendientes organizadas”. https://www.laizquierdadiario.com.uy/25-de-julio-Mujeres-afrodescendientes-organizadas-80613

 


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