El día viernes 16 de agosto miles de mujeres salimos nuevamente a las calles en repudio a los feminicidios, a la violencia institucional, mediática y de la policía que a diario vivimos las mujeres en México.
Al grito de ¡manifestarse no es provocación! miles de mujeres de todas las edades nos dimos cita en la glorieta de insurgentes para seguir exigiendo justicia para la joven que fue abusada sexualmente por 4 elementos de la policía, quien ha estado viviendo una constante violencia institucional y mediática que busca deslegitimar su denuncia, continuando con el proceso de revictimización de la joven que se atrevió a alzar la voz.
Con pancartas rosas, brillantina, pañuelos verdes, bengalas de color rosa y morada nos manifestamos de manera simbólica en contra de la violencia institucional y la violencia de la policía, uno de los brazos armados del Estado que tiene un largo historial de atentar contra los derechos humanos de las mujeres, activistas sociales y defensoras de los derechos humanos de las mujeres.
Este viernes hicimos presente con mucha fuerza nuestro hartazgo, lanzamos el mensaje de que ya no volverán a tener la comodidad de nuestro silencio y pasividad. Juntas mostramos con fuerza a nivel nacional que estamos hartas de tanta impunidad de tanta violencia hacia nosotras, de tantos feminicidios, revictimización e indolencia.
Nuevamente se ha puesto en entredicho la legitimidad de nuestros reclamos por las “formas” en las que se exige justicia. Poniendo los métodos en el centro del debate, dejando de lado que la génesis de este hartazgo y “violencia”, (como la quieren caracterizar) es por la ineficacia, la indolencia y la complicidad de las instituciones de justicia, así como la complicidad de este nuevo gobierno de la Ciudad de México que le dio un espaldarazo a nuestros reclamos legítimos de justicia.
Si el caso de la joven se hubiera tratado con justicia y el debido proceso no hubiera sido necesario organizar una movilización para exigir justicia por este caso, que fue el detonante de la movilización del lunes y la antesala de la movilización del viernes que tuvo alcance nacional.
Desde Rosas Rojas condenamos la criminalización de la protesta por parte del gobierno de la CDMX y llamamos a las compañeras que hemos sentido furia, hartazgo, miedo e impotencia a que discutamos y acordemos de manera colectiva los métodos de lucha que pondremos ahora en adelante para alcanzar nuestros reclamos.
A que impulsemos asambleas públicas en nuestros estados, centro de estudio y de trabajo para poner por delante un movimiento amplio de mujeres que desde la independencia de política y con un programa de lucha, busque acabar con la violencia institucional, de la policía y los militares así como con la violencia patriarcal que tiene altos niveles en nuestro país.
!Organicemos un movimiento amplio de mujeres contra la violencia institucional y de la Policía!
¡Si tocan a una, nos organizamos miles!
*Foto de portada de Brenda Arriaga, tomada de las redes.
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