Teresa Ulloa
Queridas Compañeras de Rosas Rojas:
En primer lugar quiero felicitarlas por este décimo aniversario. Me llena de esperanza saber que un grupo de mujeres jóvenes se organizaron y han sido capaces de mantener y crecer su organización, ya durante 10 años.
Es para mí en esta ocasión un honor compartir con ustedes mi lucha y todo el daño que ocasiona en la vida de las mujeres el neoliberalismo o capitalismo y el patriarcado, a través de las formas más antiguas de control de nuestros cuerpos y nuestra sexualidad: la prostitución, la pornografía, en todas sus formas, y ahora con los adelantos médicos, los vientres de alquiler, en suma, la explotación sexual y reproductiva de los cuerpos de las mujeres, sobre todo, de las más vulnerables, de las excluidas, las olvidadas.
Y estos fenómenos se agravan por la promoción de los medios de comunicación que los glorifican y naturalizan, también por millonarios filántropos como George Soros y sus Open Societies, o Mark Zuckerberg, Director ejecutivo de Facebook, o el de Appple, Bill Gates y otros, que están interesados, hace varios años, en invertir sus millonarios donativos para apoyar al transactivismo y los grupos “pro-trabajo sexual”. Además, desde la academia han surgido falsas voces pseudo feministas que se han constituido en defensoras del patriarcado y del lobby proxeneta.
Las mujeres y las niñas no somos mercancías que se vendan a quien tiene el poder de comprarlas o comprar la exhibición de nuestros cuerpos. Y para qué, para el placer sexual de los hombres, hombres burgueses, pero también lumpen y lumpen- proletarios.
El uso de nuestros cuerpos y mancillar nuestra dignidad y la de las mujeres en situación de explotación sexual o reproductiva daña a la sociedad entera tratando de convencernos que la decisión personal puede pasar por encima del concepto de bien común. Y es tan importante que lo tengan muy presente porque estamos enfrentando una embestida del patriarcado en el Congreso de la Ciudad de México que intenta reglamentar la prostitución como un trabajo no asalariado y en la Cámara de Diputados, donde Fernández Noroña, un Diputado a todas luces machista y patriarcal, quien ha expresado un profundo desprecio por las mujeres, inclusive de sus iguales diputadas.
Y junto con la explotación sexual y reproductiva, tenemos que enfrentar niveles graves de violencia contra las mujeres expresadas en el feminicidio y otras formas graves de violencia.
Tenemos que derrotar a esas fuerzas que intentan someter y sojuzgar la vida y la sexualidad de las mujeres. Si las mujeres y los hombres somos iguales y tenemos los mismos derechos, si estamos convencidas que nuestras vidas tienen valor y nuestros cuerpos no tienen precio, luchemos juntas para derrotar al patriarcado y al capitalismo neoliberal.
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