10 de mayo: Mujer no es sinónimo de madre, por una maternidad libre y voluntaria.

Rosas Rojas

El 10 de mayo es considerado en México el día de las madres, sin embargo este día corresponde a una acción reaccionaria del Estado mexicano para continuar perpetuando el mandato patriarcal con el objetivo de conservar  la figura de la “buena madre” en el país y con ello su trabajo no remunerado. 

Durante el proceso revolucionario en México, en 1916 las mujeres mexicanas llevaban a cabo en Mérida, Yucatán el Primer Congreso Feminista de la historía del país. Durante este encuentro discutieron levantar la lucha por los derechos de la mujer, replantear su educación, su papel en la sociedad, su participación en la vida política y pública, el derecho al voto y el tema de la sexualidad, incluyendo su derecho al aborto.

Este congreso marcó públicamente la defensa de los derechos de las mujeres que con la revolución comenzaba a generar un proceso de politización en esos momentos. Por lo que durante el periodo presidencial de Álvaro Obregón, quien en 1922, junto con José Vasconcelos que en ese momento era Secretario de Educación y Rafael Alducín director del periódico Excélsior decidieron como reacción a la politización de las mujeres oficializar este día para festejar a las que eran madres. 

La madre en México es la “figura sagrada” “la cuidadora”, “educadora”, “la de los buenos modales” para toda la población por la servidumbre que realiza por y para los hijos, y a lo largo de estas décadas, este día se llevan a cabo festejos del Día de las madres a lo largo y ancho del país, en donde los medios informativos, así como las instituciones públicas celebran a las “buenas madres” a partir de la romantización de la explotación y el llamado sacrificio para las/los demás que viven dentro de sus hogares, además de que las empresas y tiendas departamentales incentivan a los hijos e hijas y al marido a regalarles productos electrodomésticos y productos de belleza como únicas retribuciones por el trabajo doméstico y de cuidados que realizan las 24hrs. de los 365 días del año. Vinculando que son las únicas actividades que las mujeres madres “deben” realizar en sus hogares, dejando de un lado lo que ellas también desean, además de contribuir al consumismo de las grandes empresas capitalistas como formas de “festejarlas y retribuirles con regalos”. ¿No sería mejor poder socializar y realizar cada uno y una de las participantes en los hogares sus propias actividades y responsabilidades? 

Un día para reclamar y visibilizar la indolencia del Estado y sus instituciones, por justicia y reparación del daño

Con el incremento de la violencia y los feminicidios en los últimos años, en nuestro país esta fecha ha dejado de ser un festejo y ha sido retomada por el movimiento de mujeres para visibilizar la lucha que miles de mujeres madres de víctimas de feminicidio y desaparición forzada han realizado en México para exigir justicia y aparición con vida de sus hijas e hijos. 

Las madres de las muertas de Juárez marcaron un camino de lucha en la búsqueda de sus hijas en todo el país y su exigencia a las instituciones como las fiscalías estatales, ministerios públicos y la Comisión Nacional de Búsqueda que hasta ahora no hace una labor suficiente, pues no basta con acompañar a buscar, sino reafirman que es necesario castigar a los culpables, donde hay militares y policías involucrados,. así como la reparación del daño pues hay miles de niñas y niños que se han quedado sin madres porque han sido asesinadas. 

Lo que llamamos “Amor de madre” es trabajo no remunerado

Este 10 de mayo es un buen momento para señalar la explotación, opresión y dobles jornadas laborales que viven miles de mujeres en nuestro país y en todo el mundo derivado de elegir tener hijas e hijos, o ser obligadas a serlo, pues ser mujer NO es sinónimo de ser madre, sobre todo en la sociedad mexicana en la que el tema de cuidados y educación de los hijas está recargado mayoritariamente en las mujeres.

Para las mujeres la sociedad de manera general da por hecho que el fin último de las mujeres es “casarse, tener hijos y formar una familia” , si a los 25 a 30 años y en adelante te vas alejando de ese “plan de vida” impuesto por la estructura patriarcal, y que la sociedad nos exige, los cuestionamientos sutiles o no, se hacen presentes. 

Las mujeres poco a poco hemos roto con los esquemas convencionales que nos confinaban exclusivamente al espacio privado del trabajo no remunerado, e infravalorado en el hogar y del cuidado de los hijos e hijas.

Ahora las mujeres podemos trabajar en el espacio público, somos profesionistas o tenemos un oficio,  sin embargo hasta el momento la inmensa mayoría de las mujeres de la clase trabajadora y obrera, desempeñamos una doble jornada de trabajo, pues el trabajo en el hogar y de cuidados sigue recayendo mayoritariamente sobre nuestros hombros, sumado la violencia física, el acoso, brecha salarial y discriminación que recibimos en nuestros centros de trabajo, en las escuelas con los pocos derechos y los accesos limitados que se presentan, así como en nuestras propias casas. 

Es por esta situación que las mujeres trabajadoras tienen que repartir su tiempo entre el trabajo remunerado(productivo) y el trabajo no remunerado en el hogar(reproductivo), quedándose con muy poco tiempo para descansar, recrearse y cuidarse, lo que no las cambia en la posición social de esta estructura patriarcal, sino que la explota y obtiene un beneficio por medio de su trabajo remunerado y no.

La pandemia y el incremento de trabajo para las madres

A más de un año de la pandemia, del cierre de escuelas, guarderías y trabajo en el hogar, las mujeres hemos experimentado un aumento del doble o hasta el triple del trabajo que desempeñamos. Compaginar el teletrabajo y el cuidado de los infantes y las labores del hogar, ha sido un verdadero reto para muchas mujeres, sobre todo para las mujeres que tienen niñas y niños muy pequeños y para las madres independientes que se hacen cargo en su totalidad, de la manutención, cuidado y educación de sus hijos -Y alguien se pregunta y en ¿Dónde están los padres? – 

Para las madres trabajadoras que no pueden desarrollar teletrabajo o homeoffice, el cuidado de los hijas se vuelve aún más complicado, muchas de ellas fueron despedidas y  el hecho de tener crías pequeñas les ha complicado acceder a otros trabajos, del mismo modo, muchas de ellas son trabajadoras domésticas que han sido despedidas debido a la pandemia que parece no tener fin y se han convertido las principales proveedoras cargando con todo el trabajo emocional y físico. 

Por las situaciones antes mencionadas, muchas mujeres hemos postergado la decisión de tener hijos, porque si bien el ser madre, no implica dejar de desarrollar tu vida laboral y profesional. Aún hoy en día para las mujeres implica mucho más trabajo, responsabilidad y complicaciones. 

Este 10M luchamos por maternidades libres, deseadas y voluntarias y por la socialización del trabajo en el hogar.

En el marco del día de las madres, luchamos por maternidades deseadas, informadas, libres, por el aborto legal, pero también cuestionamos e Instamos a  transformar los roles y arquetipos machistas y patriarcales que existen detrás de la maternidad en esta sociedad. 

Luchemos por una sociedad que deje de revestir a la maternidad como un sacrificio, como un  trabajo extenuante que las mujeres tenemos que asumir porque decidimos ser madres. Luchemos por la socialización del trabajo en el hogar y las labores de cuidado y educación de los y las infantes. Visibilicemos las diferentes formas que existen para maternar, reconozcamos su importancia y lo duro que es maternar en una sociedad que individualiza y romantiza la maternidad así como  la explotación y opresión que viven miles de madres en este país. Con tan solo “felicitarnos por ser madres”. 

Otra maternidad es posible

Maternar debe ser responsabilidad del Estado y de la sociedad, no sólo de las madres, por ello exigimos la socialización del trabajo doméstico, que no es sólo distribuir las tareas domésticas entre las y los miembros de la familia, sino que el Estado se haga responsable de liberar de la carga de este trabajo a las mujeres a partir de la instauración de comedores públicos, lavanderías gratuitas, guarderías públicas y espacios públicos para la recreación de las familias, donde la educación tenga una perspectiva de colectividad y no violencia, fuera de la heteronorma y la familia patriarcal, así como desde nuevas formas de relaciones entre adultos e infantes, que puedas crecer dentro de entornos saludables, libres de violencia y libres de decidir sobre sus cuerpos. 

¡Por la socialización del trabajo doméstico y de cuidados!
¡Por justicia para las madres de víctimas de feminicidio!
¡Por maternidades libres, voluntarias y deseadas!
¡Por una maternidad feminista!


Posted

in

,

by

Tags:

Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *