Olga Rosas López y Magali Terraza Ramírez
Los días 8, 9 y 10 de marzo de 2018 se llevó a cabo el Primer Encuentro Internacional Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan convocado por el EZLN-CNI en el que participamos una comisión del sector de mujeres feministas socialistas Rosas Rojas, perteneciente al Grupo de Acción Revolucionaria.
El EZLN-CNI logró conjuntar en el Caracol de Morelia en Ocosingo, Chiapas a más de seis mil mujeres provenientes de todos los estados de la república y de otros 38 países, mujeres que desde sus espacios luchan cada día contra el patriarcado y el capitalismo a partir de militar en colectivos, organizaciones de izquierda, organizaciones de la sociedad civil, asociaciones civiles, desde donde realizan trabajo de base con mujeres de los barrios, comunidades, casas de cultura, universidades y escuelas de educación básica en sus estados y países.
El evento convocado durante la recolección de firmas por Marichuy, vocera del Congreso Nacional Indígena, se realizó en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Durante los tres días se llevaron a cabo actividades deportivas, culturales, pláticas encabezadas por las asistentes, exposiciones fotográficas, obras de teatro, mesas de discusión, entre otras muchas actividades; mientras que las mujeres zapatistas se encargaron de direccionar la apertura, logística y cierre del Encuentro.
Durante la jornada de trabajo las Rosas Rojas participamos en las mesas de discusión debatiendo sobre el “trabajo sexual” donde reivindicamos la posición de que no se le puede llamar trabajo a la explotación sexual, además reflexionamos sobre la situación actual del movimiento de mujeres en nuestro país y realizando análisis sobre los métodos de actuación que se han tenido a nivel nacional e internacional dentro del feminismo, así compartimos experiencias de trabajo con mujeres del México y otros países.
Palabras de las mujeres Zapatistas en voz de una compañera insurgenta en la clausura del Primer Encuentro:
Las compañeras zapatistas saludaron a las asistentes y expresaron lo siguiente: “Decían los hombres que no sabíamos guardar la seguridad, buscaban pretextos para que no nos diéramos cuenta de lo que ellos hacían… Después de saber la verdad, nuestros maridos nos convencieron y nos explicaron la LUCHA que era importante hombres y mujeres. Poco a poco nos fuimos convenciendo y aprendiendo que era una lucha política y militar. Así empezamos hacer el trabajo, después de entender la razón que es muy necesario la lucha de hombres y mujeres la hicimos nuestra, y ambos cuidamos la seguridad. Nosotras las mujeres nos animamos más cuando llegábamos en las reuniones para recibir clases políticas, células de estudio o para hacer otros trabajos, en donde vimos que las compañeras insurgentas ya participan sin miedo, sin pena…”
Además explicaron que así fueron multiplicando la fuerza de su organización, desde entonces sus hijas decidieron ser milicianas e insurgentas para ser soldadas del pueblo y recibieron entrenamiento militar. Dijeron que empezaron a trabajar en colectivo; por lo que se vio necesario elegir compañeras responsables en cada pueblo, porque era indispensable encontrarse con otras compañeras de otros pueblos y organizarse, de manera que fue creciendo la organización y su participación como mujeres, hasta lograr la Ley Revolucionaria de Mujeres.
Cuando las zapatistas dicen “Podemos escoger de competir, quién tiene la mejor palabra, quién es más revolucionaria, más pensadora, más radical, más bien portada, más liberada, más bonita, quién canta bien, quién lucha más… O podemos acordar luchar juntas, como diferentes que somos, en contra del sistema capitalista patriarcal que es quien nos está violentando y asesinando”, Coincidimos en que es necesaria la lucha conjunta y pensamos que la alianza internacional del movimiento de mujeres es fundamental para acabar con el patriarcado y el capitalismo, aunque en el Encuentro faltó reflexionar y profundizar en el cómo.
En general, las mujeres zapatistas realizaron todo tipo de actividades, desde tocar instrumentos, debatir, manejar el audio y sonido, vender comida, actuar, cantar, hasta encabezar una organización y una lucha política que enfrenta al sistema patriarcal capitalista, lo que demuestra que la organización de mujeres con una dirección clara tiene la capacidad de luchar contra quienes nos explotan y nos oprimen; las mujeres zapatistas mostraron que gracias a la lucha pueden tener una vida con mayores derechos y libertades en comparación de las mujeres indígenas de otras comunidades que aún no tienen una organización tan avanzada.
De manera general, el encuentro nos deja reflexionando sobre las tácticas que debemos idear para articular los esfuerzos organizativos aislados e ir más allá de sólo nuestros barrios y comunidades, pensando en las mujeres que continúan siendo doble y triplemente explotadas y oprimidas en comunidades lejanas aún sin una organización política avanzada. Además, este Primer Encuentro demuestra que no hay fronteras que nos dividan, ni las fronteras del patriarcado, ni las fronteras del colonialismo y que es posible conjuntar esfuerzos.
Por todo lo anterior, las Rosas Rojas sostenemos que el impresionante poder de convocatoria de las zapatistas que concentró a una gran cantidad de mujeres no debe quedar sólo en la reflexión corporal y artística, después de este encuentro es necesario trabajar en un programa político mínimo que nos ayude a sobrepasar la coyuntura y construir un Movimiento Amplio de Mujeres Anticapitalistas que se organice y movilice de manera Nacional, por lo que propusimos 5 puntos fundamentales (VER ARTÍCULO ANTERIOR) en la lucha por la emancipación de la mujer, con el objetivo estratégico de que este programa sea la base de una plataforma que nos ayude a construir una fuerza política activa, independiente de los partidos del régimen, que le haga frente a la violencia y que transforme la situación de vulnerabilidad y violencia que viven las mujeres explotadas en nuestro país, en donde tengamos un trabajo de base que contribuya con herramientas emancipadoras para todas las mujeres.
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