Después que la burocracia de la UNAM, vía el periódico Reforma, tergiversara información respecto a la Becas “Elisa Acuña”, información que por cierto no ha desmentido y sostiene su versión, incluso después de que el gobierno federal vía la SEP respondió a estas noticias.
De hecho para la UNAM hubo un incremento pasando de $753,847,142 a $802,940,354 por lo que nos preguntamos los estudiantes, hacia dónde se dirigió el dinero que supuestamente la burocracia dorada, vía Fundación UNAM, puede reponer ante el supuesto recorte.
Esta pregunta tendrá que responderla en la próxima mesa del jueves 11 de mayo (acuerdos de la interuniversitaria 27/Abril), que no será virtual aunque la DGOAE argumente la seguridad de sus funcionarios, con la movilización seguiremos presionando para evidenciar el nido de corrupción que mantiene secuestrada la rectoría, el Consejo Universitario y la Junta de Gobierno.
Evidentemente el movimiento estudiantil no confía ni un ápice en la respuesta que la DGOAE dará, es por eso que se ganó una mesa con la cámara de diputados que se llevará a cabo el martes 2 de mayo a las 8AM y que el punto central es lograr una auditoría federal a las arcas saqueadas de la universidad, además de exigir aumento a las becas y transporte gratuito para la comunidad universitaria.
¿Toda nuestra confianza se vierte en la auditoría federal? NO, pero es necesario utilizar diferentes canales para presionar a la casta intocable y corrupta de la universidad, el movimiento estudiantil está poniendo énfasis en mejorar sus métodos organizativos como la construcción de consejos de representantes por carrera o grupos, en la medida que avancemos en una organización permanente podemos dar una lucha más eficaz para democratizar el presupuesto de la universidad y utilizarlo para lo que realmente es necesario, becas sin restricciones, comedores subsidiados controlados por trabajadores sindicalizados y casas del estudiante, sin embargo entendamos que estas demandas están ligadas directamente con quién dirige la universidad, estamos ante una coyuntura abierta que no termina con el periodo intersemestral, continúa hasta el próximo semestre que se realizará el cambio de rector y la lucha contra la junta de gobierno, democratizar la UNAM es más que votar por rectores y directores, tenemos que transformar este pirámide y un primer paso puede ser conquistando consejos directivos conformados por estudiantes, trabajadores y profesores. Luchar por mejores condiciones de estudio está ligado, hoy más que nunca con la democratización.
¡Súmate a la Juventud Revolucionaria y transformemos la universidad!
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