La guerra contra Gaza: el exterminio israelí del pueblo palestino

Diego Hernández Galván

El pasado 18 de marzo, Israel reanudó los ataques militares contra la población de Gaza. Si bien las acciones de Israel en la Franja obtienen el foco de atención de los medios de comunicación, la decisión por reanudar la guerra se inscribe en un contexto más amplio en el que Israel aprovecha las circunstancias en la región para expandir su poder y su control, al tiempo que el régimen de Netanyahu lucha por la sobrevivencia y afianza su alianza con la entrante administración de Trump. La tragedia del pueblo palestino es parte de un proyecto colonial que requiere de una continua agresión de Israel contra sus vecinos, de coaliciones con los intereses económicos y estratégicos de Estados Unudos y de una desplegada fascista al interior de sus territorios.

Israel y su agresión regional
Aunado a su genocidio en la Franja de Gaza y su continua limpieza etnica al interior de los territorios ocupados de Cisjordania, Israel sostiene agresiones con otros países en la región. Si bien los ataques hacia Siria tuvieron lugar desde los primeros meses del genocidio en Gaza, la llegada de un nuevo gobierno ha sido el pretexto para que el ejercito israelí cometa nuevos enfrentamientos. El sionismo busca arrebatar más territorio al extender el control que mantiene ilegalmente en los Altos de Golán, en Siria. Los Altos de Golán es una zona estratégica para Israel, sobre todo para el acceso a agua potable. Con el ascenso temporal de Ahmad al-Sharaa a la presidencia siria y los incipientes intentos por estabilizar el país, Israel avanza hacia el norte, ocupa más terreno y expulsa a la población siria de los Altos. Aunado a ella, y en su pugna territorial con Turquía, Israel ha atacado ilegalmente zonas militares en ciudades sirias, como Hama, para desalentar una posible alianza turco-siria. En estos ataques no sólo murieron soldados sirios, sino también población civil.
Y los ataques en Líbano continúan: tanto en el país del cedro como en Siria y Yemen, Israel ocupa el discurso del terrorismo para justificar sus matanzas a civiles y el desplazamiento de los pobladores en las zonas fronterizas. También Israel amenaza a Irán nuevamente acompañado de Estados Unidos de atacar si Irán continúa con sus proyectos nucleares. A los ojos de sus vecinos, Israel representa una amenaza constante. Una amenaza no sólo a la posibilidad de paz en Medio Oriente, sino también una amenaza constante a sus vidas mismas. Para la gente de la región está más que claro que si Israel extermina a los palestinos por completo, los siguientes a quienes buscará será la población de Siria, Líbano, Jordania, Egipto, Iraq, Turquía e Irán.

Netanyahu: un gobierno frágil y la perpetuación del genocidio
Netanyahu decide continuar el genocidio a pesar de las negociaciones por el cese al fuego que se lograron a principios de año. El cese al fuego contaba de tres fases: la primera consistía en la liberación de 33 rehenes israelíes y 1900 presos palestinos. La segunda estipulaba la retirada completa israelí de la Franja de Gaza y la liberación de los rehénes restantes. En la tercera se devolverían los cuerpos de los muertos durante la guerra y se comenzaría la reconstrucción de Gaza. Netanyahu se negó a avanzar hacia la segunda fase, en especial porque supondría la salida del ejército de la Franja.
Netanyahu, altamente detestado en la sociedad israelí misma, se aferra al poder al alargar la guerra. Por su parte, la sociedad civil, encabezada por las familias de los rehénes, reprueban el reinicio del genocidio. Miles de israelíes se han manifestado en las principales ciudades en demanda de un fin a la intervención. Incluso diversos miembros de las fuerzas armadas se han sumado mediante un pronunciamiento en pro de un cese al fuego. Contraria a la pretención sionista de considerar a Israel la única democracia en Medio Oriente, las acciones del gobierno de Netanyahu muestran la verdadera cara de la democracia burguesa que sólo sigue los intereses de la copula militar y política así como las necesidades del capital militar.
En los últimos días, Hamás, por medio de su portavoz principal Khalil al-Hayya, rechazó la propuesta israelí de otorgar 45 días de cese al fuego a cambio de 10 rehenes. Si Hamas renuncia a los rehenes se queda sin su principal fuente de negociación, lo cual resultaría en un exterminio completo de los gazatíes como pretende el gobierno sionista. Gaza se encuentra en la encrucijada: sufrir el genocidio al apegarse a los acuerdos iniciales, o ceder a Israel y sufrir la exterminación total. Estados Unidos, por su parte, utiliza una retórica hipócrita al mencionar que el rechazo de Hamas al emergente acuerdo muestra su deseo por perpetuar la guerra, sin condenar el hecho de que Israel fue el primero en romper los acuerdos del cese al fuego. La solución de Trump a la cuestión del genocidio es aterrorizante: su plan consiste en la llamada “emigración voluntaria” de todos los gazatíes, un eufemismo para el desplazamiento forzado que ya es familiar para los palestinos desde hace 70 años. La visión de Trump para una Gaza sin palestinos es grotesca: busca convertir a la Franja en un destino turístico donde pueda depositar las inversiones del cartel inmobiliario y de la industria turística.

Los comités por palestina: única salida del apoyo internacional
Desde México, el pueblo solidario no se detiene en sus demostraciones de apoyo. En concordancia con el llamado del BDS, la estrategia principal internacional consiste en llamar a la secretaría de relaciones internacionales del país a romper relaciones diplomáticas con Israel. El boicot tanto académico como económico es una herramienta primordial de presión para obligar al estado israelí a parar el genocidio. Desde el Grupo Acción Revolucionaria hacemos un llamado a conformar comités de acción en apoyo a Palestina en los diferentes centros de estudio y de trabajo, así como en sindicatos a lo largo del país, con el fin de lograr el rompimiento de las relaciones en todas las instituciones posibles. Los trabajadores pueden lograr que sus empresas den por terminadas las licitaciones con marcas que apoyan directamente a la máquina militar genocida de Israel, como es el caso de HP. Los estudiantes, además de las licitaciones, deben buscar todo tipo de intercambio académico institucional con universidades sionistas como la Universidad de Tel Aviv y la Universidad Hebrea de Jerusalem. Estos centros de enseñanza e investigación forman a las nuevas generaciones de asesinos en el frente y proveen de la inteligencia necesaria para la masacre de inocentes, para la vigilancia de la población palestina y para los esfuerzos de limpieza étnica y apartheid. No podemos darles las herramientas para continuar el genocidio.

¡Luchemos por espacios de trabajo y de enseñanza libres de genocidio!
¡Por una Palestina libre, sin sionismo ni genocidio!
¡Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá!


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