CARTA AL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, ENRIQUE GRAUE WIECHERS
Señor Rector
México atraviesa por momentos críticos derivados de los recientes sismos que afectaron la zona centro y sur-sureste del país. Es de su conocimiento los detalles y la magnitud de la tragedia; no profundizaré más en ello.
La Comunidad Universitaria está jugando un papel fundamental en la contingencia. Jóvenes estudiantes de todos los niveles colaboran en la recepción, distribución y entrega de víveres a la población afectada; en la remoción de escombros, censos de viviendas y edificios en riesgo; contención de personas con crisis nerviosas y atención psicológica; atención médica básica y promoción de la salud. Jóvenes, mujeres y hombres universitarios, actúan no sólo en las afectaciones en la Ciudad de México sino también en el los estados de Puebla, Morelos y Estado de México realizando infinidad de tareas en apoyo a la población afectada, vulnerable, ante esta crisis. Con antelación, muchos de ellos lo hacían también en apoyo a la población damnificada de Oaxaca y Chiapas.
Que la UNAM retorne a clases el día 25 de septiembre significaría que una importante fuerza activa, la fuerza de la juventud universitaria, retroceda en los momentos que más se necesita de ella. La Comunidad Universitaria cuenta con cerca de 400 mil universitarios y si bien es cierto que no la totalidad son partícipes en estos días, un número incuantificable e importante de estudiantes, profesores y trabajadores, de todos los niveles, se encuentra participando en las acciones de ayuda, contención y apoyo, apegadas al espíritu y valores de nuestra Universidad Nacional. Un apoyo invaluable en indiscutible concordancia con nuestra Ley Orgánica.
Concuerdo con usted en que la sociedad mexicana debe recuperar su vida, su ritmo y regresar a las actividades, digamos, “normales”. Es un llamado de parte de alguien formado con los valores de la Universidad de México que participa activamente en las labores de apoyo en los derrumbes, a usted en su figura de rector, al Consejo Universitario, a los distintos Consejos Técnicos y, en su caso, a los Consejos Internos, para que en conjunto todos hagamos una reflexión del papel necesario de la Comunidad Universitaria en estos días y esa importante fuerza no retroceda. También es un llamado a repensar a la Universidad Nacional Autónoma de México y a sus tareas que deberían ser también “normales”.
Los centros de investigación e institutos ya han retornado a las labores y con ello una parte importante de la vida universitaria; otras instituciones educativas lo harán hasta el lunes 2 de octubre. Quizá el conjunto de la Comunidad Universitaria podría hacerlo hasta esas fechas.
Quedo atento a cualquier reflexión.
Atentamente:
Ing. Walter J. Ángel Jiménez. Egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, ex Consejero Universitario, Premio Dr. Gustavo Baz Prada al Servicio Social Comunitario por la Facultad de Ingeniería 2011, Asociado de Fundación UNAM
Deja un comentario