Con profunda in dignación y coraje nos enteramos de las agresiones a nuestras compañeras y compañeros de la Liga de Estudiantes Democráticos de Puebla, este fin de semana. A punta de pistola y armas blancas, sujetos no identificados hirieron y violentaron a nuestros compañeros Alberto Marín y Juan Carlos Rosales y a nuestras compañeras Celeste y Gabriela Zambrano, a quienes desde estas líneas extendemos un profundo abrazo combativo y revolucionario.

Este acto de violencia fue artero, infame y vil contra compañeras y compañeros solidarios, luchadoras y luchadores sociales en toda la extensión de la palabra; una acción que pudo haber terminado con su vida y que les ha provocado lesiones severas.

La nueva agresión se dio en medio de una creciente y alarmante criminalización de la juventud y los estudiantes, que recientemente alcanzó niveles de alerta nacional con la desaparición forzada de Marco Antonio Sánchez por parte de policías de la Ciudad de México, quienes lo golpearon, vejaron y después lo presentaron en evidente estado de alteración de conciencia inducido y con secuelas que le acompañarán el resto de su vida.

La acción cometida contra nuestros cuatro compañeros de la LED, es sin lugar a dudas un acto de provocación; no fue un robo ni mucho menos un hecho aislado. Fue una acción planificada con toda la intención de amedrentarlos con el único mensaje que han sabido dar los tres niveles de gobierno a la población, y concretamente a los jóvenes,  en los últimos años: violencia, destrucción, crimen  e impunidad.

Exigimos a los tres niveles de gobierno el cese al hostigamiento, criminalización y persecución hacia nuestros compañeros y compañeras de la LED y hacia la juventud en su conjunto. Exigimos a las fuerzas boyantes en las instituciones del Estado, partidos políticos del régimen y las directivas de las instituciones educativas, cesen de una vez por todas sus hostilidades y violencia contra nuestras compañeras y compañeros. No pasamos por alto que esta nueva agresión se da en el marco de un nuevo aniversario del desalojo, represión, secuestro y tortura que recibió la misma organización por solicitar salones en las instituciones públicas para impartir cursos gratuitos para el ingreso a la BUAP, el 8 de febrero del año 2015.

Exigimos un deslinde público por parte de las autoridades locales y del gobierno estatal sobre este caso; que se muestren y entreguen los videos de vigilancia de la zona donde se cometió el agravio y que se proceda a una investigación exhaustiva para dar con el o los responsables de este crimen contra la juventud, empezando por ubicar la unidad de transporte que puso a disposición de sujetos armados a nuestras compañeras y compañeros quienes fueron atacados al grito de “¡hace tres años se nos escaparon pero ahora no!”; en plena referencia a la represión de 2015 por defender la educación pública.

Llamamos al movimiento social en su conjunto a condenar este crimen; a reproducir la denuncia de la LED y difundir el caso.

Como Grupo de Acción Revolucionaria llamamos a estar atentos al desarrollo de esta nueva escalada; a darles cobertura y movilizarnos por ellos, quienes desenvuelven su lucha en uno de los estados con mayor violencia y feminicidios del país.