Desde la Juventud Revolucionaria (JR-GAR) nos solidarizamos con la lucha del Frente Estudiantil de Educación para Todos (FEET) que tras un plantón de 16 días y más de 10 días de huelga de hambre y de movilizaciones en Puebla y la CDMX, exigen que se abran espacios en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) para que miles de jóvenes excluidos puedan tener oportunidad de ingresar a la educación superior, además de que el actual rector Alfonso Esparza Ortiz esclarezca el desvío de 400 millones como parte de sus objetivos clientelares que han perjudicado la ampliación de la matrícula.
Creemos que la exclusión de la juventud en México, en particular de hijos de obreros e indígenas, a la educación superior es histórica y se ha profundizado en los últimos treinta años con las políticas de ajuste fiscal provenientes desde el FMI, la OCDE y que los gobiernos capitalistas neoliberales (PRI-PAN- PRD) han adoptado haciendo que los hijos e hijas de quienes viven en condiciones precarias y marginales no puedan tener posibilidades de estudiar, volviéndose la universidad un privilegio y no un derecho.
Actualmente las cifras de excluidos a la educación superior acotadas en universidades públicas como en la UNAM son del 90%, por ejemplo en el 2019 de 153 mil 183 aspirantes únicamente 15 mil 449 estudiantes obtuvieron un resultado de acreditación, es decir que 137 mil 734 jóvenes no tendrán de otra más que trabajar o estudiar (quienes puedan pagarlo) en alguna “universidad” privada o mejor dicho, empresa de lucro educativo. Las opciones no son sino la explotación y la exclusión al fin y al cabo.
La BUAP ha sido parte de un proceso de precarización de presupuesto durante los gobiernos previos; sin embargo, esto no explica el problema de corrupción a lo interno. Sus actuales estructuras antidemocráticas y corruptas siguen sosteniéndose y anidando en la BUAP a costa del erario público. El actual rector Alfonso Esparza Ortiz ha intentado justificar la reducción de matrícula debido a la falta de presupuesto, pero los 400 millones de pesos que en su administración se desviaron ¿no explican el hecho de que no haya presupuesto? es por ello que desde la Juventud Revolucionaria consideramos que no solo tiene que ser esclarecido el hecho, sino que la lucha de la juventud organizada en la BUAP, y de las organizaciones de la izquierda independiente, debe trascender a la exigencia de ampliar la matrícula, la lucha se debe encaminar hacia la modificación de la estructura orgánica de la BUAP, donde los estudiantes, profesores y trabajadores decidan el rumbo de su universidad, democratizando la forma en la que se toman las decisiones.
El gobierno centrista de AMLO no ha modificado nada en este sentido, sigue sosteniendo el falso discurso de “exclusión cero” con programas asistenciales de acceso a “universidades” privadas que lejos de ofrecer una educación universitaria, ofrece capacitaciones técnicas como parte del modelo económico capitalista actual, el cual necesita mano de obra capacitada para acatar órdenes y estar al servicio del mercado y no del pueblo.
Si el actual gobierno centrista de AMLO plantea una transformación democrática en el país, entonces empecemos por modificar las estructuras orgánicas antidemocráticas de las universidades públicas.
La juventud organizada y la izquierda independiente tienen esta tarea histórica. Es necesario conformar un programa y una agenda que nos ayude a coordinar la lucha por la democratización de la educación superior en México.
La Juventud Revolucionaria (JR-GAR) abraza la lucha del FEET y exigimos la pronta resolución de sus demandas.
¡No más exclusión de la juventud a la educación pública!
¡No más clientelismo y burocratismo en la BUAP!
¡Por la democratización de la BUAP y de las universidades públicas en México!
¡Por una educación pública y gratuita para hijos e hijas del pueblo trabajador!
JUVENTUD REVOLUCIONARIA
GRUPO DE ACCIÓN REVOLUCIONARIA
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