Rosas Rojas
A dos años del gobierno de AMLO y la 4T este ha demostrado de múltiples formas que las mujeres no somos una prioridad y que no tiene un programa político para hacerle frente a las graves problemáticas y desigualdades que vivimos en México.
En estos dos años de gobierno tampoco ha podido garantizar el derecho democrático al aborto legal, seguro y gratuito en todo México, debido a la bipolaridad política que presenta Morena al interior del partido, así como por la presión de la iglesia, los conservadores y sus planes electorales.
El gobierno de AMLO es un gobierno con tendencia al conservadurismo en parte de sus discursos y propuestas políticas. Lo anterior es bastante notable en los derechos democráticos de las mujeres ya que reivindica de manera mayoritaria preceptos culturales, morales y éticos muy arraigados en la religión o por otro lado los derechos democráticos de las mujeres están en segundo plano o no son considerados como prioritarios.
A pesar de que este gobierno ha logrado establecer en el poder legislativo y ejecutivo la paridad de género y se jactan de ser el gobierno con mayor paridad en la historia de México, con mujeres al frente de las secretarías de Economía, Mujeres, Energía, Medio Ambiente, del trabajo y Gobernación, la realidad es que esta paridad de género no está garantizando los derechos democráticos que le corresponden a todas las mujeres trabajadoras, a las mujeres empobrecidas e indígenas.
Los graves problemas de la violencia hacia las mujeres no se van a acabar sólo con la “cuota de género”, si no con un programa político que tenga como eje principal erradicar la violencia hacia las mujeres, los feminicidios y garantizar derechos laborales para las mujeres. El gobierno actual quiere “reparar” los 11 Feminicidios que se cometen en México diariamente con total impunidad, mediante políticas de paridad de género.
Este 25 de noviembre en la conferencia de prensa del Presidente, la Secretaría de Gobernación, Olga Sanchez Cordero mencionó algunas cifras de la violencia estructural y sistémica que vivimos las mujeres en México.
- Seis de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia,
- Ocho de cada 10 mujeres sienten temor de ser agredidas física o verbalmente al transitar por las calles
- Cada día, 32 niñas entre 10 y 14 años se convierten en madres, por supuesto, son víctimas de violencia;
- En el ámbito escolar, una de cada cuatro mujeres ha sufrido violencia, observándose mayor prevalencia de la violencia sexual.
- Cada año en México son asesinadas aproximadamente tres mil 800 mujeres, niñas y adolescentes. 1
A estas cifras faltaría agregar que en México se cometen 11 feminicidios diarios y que el 98% de los casos tipificados como feminicidios quedan impunes, así como la violencia en el transporte público y en nuestros centros de trabajo, la trata y desaparición de mujeres con fines de explotación sexual y reproductiva.
Son todas estas algunas de las problemáticas que vivimos las mujeres a diario y para las cuales no ha habido una respuesta efectiva a nivel que la puede dar un gobierno y el Estado.
Tras la falta de respuesta y opción política para la escucha y cumplimiento de nuestras demandas por parte del gobierno de la 4T, se ha acrecentado el descontento, desesperación y faltas de alternativas en el movimiento mujeres, lo que se ha traducido en la radicalización y polarización del mismo.
Ante el vacío del gobierno, la derecha oportunista ha utilizado el tema de la violencia y feminicidios para golpear al gobierno de la 4T, teniendo posicionamientos cínicos pues fue en los últimos sexenios y la supuesta guerra contra el narco cuando se acrecentaron los números de feminicidios y desapariciones forzadas.
Tras las últimas movilizaciones de mujeres en todo México se ha presentado un clima generalizado de represión y criminalización de la protesta social de las mujeres, teniendo como la gota que derramó el vaso, la respuesta de la policía en Cancún, Quintana Roo en un Estado que está gobernado por el PAN y un municipio que está gobernado por una mujer de Morena.
En lugar de poner a trabajar la fuerza del gobierno, el congreso y las instituciones del Estado en atender los múltiples factores que generan, perpetúan y normalizan la violencia, han emprendido una política comunicacional de desprestigio y criminalización del movimiento de mujeres con la que buscan desprestigiar nuestra lucha y dividirnos.
Frente a este panorama y la falta de propuestas políticas y organizativas por parte de la izquierda en general, así como las grandes masas de mujeres y de la población que no se siente representada por las expresiones políticas actualmente existentes y el próximo escenario electoral del 2021 en el que se renovará la cámara de diputados, con la elección de 500 diputadas y diputados federales de las 65 legislaturas, 15 gubernaturas, 1.063 diputadas y diputados de 30 congresos locales y 1.926 ayuntamientos en 30 estados, escenario en el que nuevamente nuestras demandas serán utilizadas como botín político.
Representantes políticas que defiendan los intereses de las mujeres trabajadoras
Por lo anteror también es necesario vincular la lucha legislativa y política a nivel local y nacional para presentar proyectos de ley para conquistar el aborto legal, eduación sexual integral y demás demandas formuladas desde el movimiento de mujeres y con respaldo de éste.
A la par debemos generar procesos de participación política que en las calles, en el congreso y desde la independencia política representen los intereses de las mujeres de la clase trabajadora: amas de casa, estudiantes, trabajadoras del hogar, obreras, campesinas, mujeres indígenas, lesbianas y niñas.
En ese sentido, es indispendable construir una opción política y organizativa para las mujeres de la clase trabajadora, en Rosas Rojas seguimos trabajando por conquistar el aborto legal en todo México, justicia para los feminicidios, espacios laborales y escolares libres de violencia machista, así como mejores condiciones laborales para cada una de nosotras.
La salida no es plegarnos a la derecha, ni ceder y cruzarnos de brazos ante el gobierno de la 4T, la salida es organizarnos desde la independencia política para conquistar nuestros derechos democráticos en la calles, es necesario construir un espacio de discusión democrático, independiente de los partidos del régimen y representativo del movimiento de mujeres que nos permita tener acuerdos políticos, ejes de trabajo y un plan de lucha para conquistar nuestros derechos para hacerle frente a la represión y la táctica de descalificación y división del movimiento de mujeres por parte del Gobierno Federal y gobiernos locales.
Finalmente, es necesario enfrentar a la derecha recalcitrante y conservadora que se organiza para bloquear el avance de nuestros derechos reproductivos, así como a la oposición oportunista que utiliza nuestras demandas para golpear al gobierno de la 4T y lograr recuperar el poder político que perdieron tras las elecciones de 2018. Por lo que es urgente impulsar una opción política y organizativa para las mujeres de la clase trabajadora.
¡Por el aborto legal, seguro y gratuito!
¡Separación efectiva de la iglesia del Estado!
¡Justicia para los feminicidios!
¡Alto a la impunidad ni una asesinada más!
¡Vivas y libres nos queremos!
¡Justicia para las mujeres y niñas abusadas sexualmente!
¡Alto a la represión y criminalización del movimiento de mujeres!
¡Las mujeres luchando y el mundo transformando!
1 SEGOB, 2020. Versión estenográfica. Conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador del 25 de noviembre de 2020 https://www.gob.mx/presidencia/es/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-25-de-noviembre-de-2020
Deja un comentario