Mactumactzá por el acceso irrestricto a la educación

¿Qué pasó en la Escuela Normal Rural de Mactumactzá?

El 18 de mayo, 250 estudiantes normalistas de la Escuela Normal Rural de Mactumactzá en Chiapas, fueron desplazados, reprimidos y detenidos arbitrariamente por elementos de la policía estatal, luego de que se encontraban manifestándose pacíficamente en la caseta de cobro Tuxtla / San Cristóbal de las Casas por la exigencia de que los exámenes de admisión fuese presenciales, debido a que hacerlos de forma virtual representa la exclusión masiva de estudiantes de comunidades que no tienen acceso a internet ni a equipos de computo. Tras la dura represión y desaparición de los más de 250 estudiantes se extendió la lucha desde Mactumactzá por todo el país por la aparición con vida y no criminalización de las y los estudiantes desaparecidos y por juicio y castigo a Rutilio Escandón, gobernador morenista y Gabriela Zepeda, secretaria de seguridad y protección ciudadana de Chiapas. 

La presión social y la articulación de las normales rurales y las organizaciones de la izquierda independiente, las movilizaciones en Chiapas y en diversos estados del país, así como en la Representación de Chiapas y en la Fiscalía General en la CDMX, hicieron que se logrará reconocer que se tenían detenidos a 95 estudiantes, 74 mujeres y 21 hombres y con 54 estudiantes en calidad de desaparecidos. Además de que las 74 normalistas detenidas denunciaron haber sido violentadas sexualmente por elementos de la policía estatal de Chiapas. 

El 21 de mayo un juez de control del penal de El Amate (el cereso de Chiapas) dictó prisión preventiva a los 95 estudiantes normalistas de Chiapas detenidos.

El juzgador los acusó de los presuntos delitos de motín, pandillerismo, robo con violencia, atentados contra la paz y la integridad corporal y patrimonial de la colectividad y del estado y daños.

Tras la jornada de lucha y movilización social en todo el país, del 18 al 23 de mayo, se presionó a la Fiscalía de Chiapas para liberar a las y los estudiantes. El 23 de mayo, liberaron a 74 estudiantes, sin embargo, aún vinculadas a proceso, mientras los 21 jóvenes restantes siguen en juicio para ser procesados en El Amate, entre ellos 19 estudiantes mayores de edad y 2 menores de edad. ¿Qué pasa con los estudiantes normalistas que siguen detenidos y desaparecidos?, ¿Qué pasa con los crímenes de violencia sexual hacia las 74 estudiantes normalistas?, ¿Quién enjuicia la impunidad y facilidad con la que funcionarios de Chiapas y la policía estatal criminaliza y apresa a estudiantes normalistas?

La unidad obrera y campesina: una salida anticapitalista a la crisis

Dentro de un modelo político, económico y social capitalista, la educación pública implica un negocio y tras la entrada del modelo económico neoliberal que ha flexibilizado la organización y división del trabajo, se ha intentado privatizar la educación pública y desaparecer a las normales rurales para despojar a la clase obrera y campesina, movilizando a las ciudades a integrarse al patrón de acumulación capitalista, desligándose de sus tierras, de sus costumbres, de su historia y la defensa de los recursos naturales. 

En este marco,  las normales rurales históricamente han sido golpeadas por los regímenes neoliberales y ahora en este también se les ha golpeado duramente en el presupuesto, en la reducción de matrícula, de plazas y en la jubilación a sus docentes. Recordemos que a inicios de años, la Normal Rural Jacinto Canek en Chiapas, estuvo exigiendo mejores condiciones de estudio y plazas para docentes. 

Igualmente recordemos que llevámos más de 7 años exigiendo la aparición con vida de nuestros 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa Guerrero, en la que se montó toda una farsa de investigación por parte de la PGR y de los entonces funcionarios Murillo Karam de la PGR, Osorio Chong secretario de gobernación, Ángel Rivera gobernador de Guerrero y el presidente Enrique Peña Nieto, para blindar al ejército y a la policía estatal. Hoy sabemos que la “verdad oficial” es mentira y que sigue habiendo impunidad y falta de justicia para los padres y madres de nuestros 43 compas de Ayotzi. El Estado capitalista es el culpable, pues lo que aconteció en Ayotzinapa y ahora en Mactumactzá son crímenes de Estado, pues están implicados los órganos de gobierno, desde el gobernador,  la secretaria de seguridad, los jueces y los policías estatales.

La lucha en este sentido, no implica únicamente la liberación, no criminalización y juicio a los culpables por la desaparición y criminalización a los normalistas de Mactumactzá, sino la lucha permanente por juicio y castigo a los culpables por la desaparición de nuestros 43 compas de Ayotizinapa y sobre todo una lucha nacional en unidad con la CNTE, los movimientos estudiantiles, los sindicatos combativos y las organizaciones estudiantes y de la izquierda independiente por un plan nacional de aumento presupuestal a la educación pública, que ponga en el centro de la agenda pública la dignificación magisterial de todo el país, la ampliación de la infraestructura, internet gratuito, ampliación de la matrícula, becas permanentes a estudiantes y el acceso irrestricto a la educación pública, poniendo el presupuesto en manos de las y los trabajadores de la educación. 

Desde la Juventud Revolucionaria, compuesta por jóvenes estudiantes y trabajadores, nos solidarizamos con los estudiantes de la Normal Rural de Mactumactzá y con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) quienes instalaron un plantón frente al centro penitenciario estatal número 14 de Chiapas en exigencia de la liberación de los estudiantes aún detenidos, por juicio y castigo a los culpables y la defensa del acceso irrestricto a la educación. 

Las luchas a nivel nacional en defensa de la educación pública se están recrudeciendo, pues venimos del adelgazamiento presupuestal a la educación en todos sus niveles, que mantiene a diversas universidades estatales en crisis y se profundiza tras un año de la pandemia en el que también se evidenció la precariedad laboral docente y la exclusión masiva de estudiantes, así como el cobro de cuotas altísimas a estudiantes y el mal manejo de recursos públicos por las burocracias educativas y sindicales charras. La lucha de las normales rurales no es aislada, pues la represión, criminalización, burocracia, precarización docente y educativa así como el adelgazamiento del presupuesto es general y lo vivimos jóvenes estudiantes de las ciudades y del campo, estudiantes de la clase obrera y campesina, docentes de la clase obrera y campesina. El espacio y circunstancias nos dividen, pero las condiciones de clase nos unen. 

Por ello creemos que la politización y la unidad nacional de la clase obrera y campesina con independencia política de clase de la derecha y de MORENA es la salida a la crisis que enfrentamos tras décadas de neoliberalismo capitalista ahora articulado al régimen que se dice llamar “antineoliberal”, la organización popular y la lucha por el socialismo son esa salida que reconocemos y por la cual vale la pena luchar. Sólo la unidad obrera y campesina, darán solución al gran problema de explotación, opresión y exclusión del campo y de las ciudades. Luchemos por esa unidad. 

Octavio Ugalde
Juventud Revolucionaria-GAR


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