El próximo 1 de agosto en México se realizará la consulta popular conocida como “Juicio a los expresidentes”, en la cual se le preguntará a la ciudadanía: “¿Estás de acuerdo o no en que se llevan a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”, la cual se deberá responder con un Sí o No.
La consulta se llevará a cabo pese al boicot que el INE, los medios informativos y el propio Obrador le están tendiendo, sin embargo una gran cantidad de organizaciones de izquierda y las mismas bases de morena están impulsando esta consulta como un ejercicio de memoria histórica y democracia que dentro del marco capitalista el pueblo puede utilizar.
Desde Rosas Rojas, sabemos que la justicia y nuestros derechos no se consultan, estos se otorgan o reconocen y la justicia se aplica y garantiza; sin embargo, la realidad es mucho más complicada, sobre todo para las mujeres precarizadas y racializadas, que durante los sexenios de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, vivimos un incremento de la violencia y los feminicidios, en donde no ha existido justicia para nosotras, y quienes sabemos que conquistar justicia y los derechos que nos corresponden, no es un camino sencillo y por el contrario significa enfrentarse a la impunidad, revictimización y criminalización.
Las mujeres no olvidamos que las políticas neoliberales implementadas desde 1982 con el gobierno de Miguel de la Madrid y concretadas por Salinas de Gortari con la firma del TLCAN en 1994, y el periodo de Zedillo con las privatizaciones fueron detonantes del incremento de la violencia sistemática para las mujeres. Las muertas de Juárez desenmascararon al capitalismo rapaz que extiende sus fauces sobre las mujeres arrojadas a las maquilas para asegurar mano de obra barata, extendiendo la doble jornada de trabajo, y siendo un laboratorio para el crimen organizado que trafica nuestros cuerpos para la explotación sexual, el único futuro es la muerte.
Recordamos que en la “Guerra contra el narcotráfico” de Calderón la violencia, el asesinato y desapariciones de mujeres incrementó inéditamente a partir de 2007. No olvidamos que para las madres y familiares de víctimas de feminicidio, luchar por justicia para sus hijas, incluso les ha costado la vida, como a Marisela Escobedo que fue asesinada frente al Palacio de gobierno de Chihuahua en el 2010, durante un plantón en el que exigía justicia para su hija Rubí.
Tampoco olvidamos que en el sexenio de Peña Nieto durante la represión en Atenco hubo 47 mujeres entre los detenidos y en su mayoría sufrieron tortura sexual a manos de los policías en el interior de los vehículos utilizados para el traslado a un centro de reclusión. Al final de su periodo la cifra de feminicidios llegó a 10 por día.
Los opositores a la consulta, sobre todo de la derecha y ultraizquierdistas, se burlan y dicen que “sólo hay que exigir que la ley se cumpla”, que es un sentimentalismo, que somos contradictorias al decir que la justicia no se consulta y llamar a votar por el SÍ este 1 de agosto. Nada más falso que “sólo es necesario luchar porque se cumpla la ley” estas personas generalmente no han estado ni respaldado un plantón, marcha o acompañado el camino tortuoso que día con día, madres, familiares y personas solidarias realizamos para la aplicación de la ley a favor de las víctimas y no a favor de los agresores; qué nos espera cuando el responsable de la muerte de una hija o hijo, o familiar es un ex presidente, los que tienen el poder, los que tiene dinero y controlan las instituciones de justicia.
“Sólo exigir la aplicación de la ley” en un México donde reina la impunidad y en el que sólo el 10% de las denuncias que se interponen, se resuelven y fallan a favor de las víctimas, en un donde los feminicidios se siguen tipificando como suicidio, donde se culpa a las víctimas de su propia muerte porque “en algo andaban”, cómo vestían o a qué se dedicaban..
Lamentablemente, en nuestro país existe un poder judicial corrupto, burocrático, vendido a los intereses de las empresas privadas y de los mega-ricos, ¡El PODER JUDICIAL no cambió de régimen en el 2018! y es el único de los 3 poderes que no se elige democráticamente. La aplicación de justicia no es la misma para una empresa privada que puede entregar 1 millón de pesos a un juez para que le otorgue una suspensión definitiva en cuestión de días y hasta horas por una ley que, bajo su criterio, atenta contra sus inversiones; a diferencia de una madre o familia de bajos recursos que lucha por justicia para su hija o hijo asesinado, que no tiene nada que ofrecer más que su fuerza y convicción. Así es, la justicia no es la misma para los que no tenemos dinero ni poder.
Es verdad que existe una contradicción de llamar a participar con el SÍ en la consulta, pero aclaramos que no somos partidarias de las consultas, sobre todo si se trata de obtener derechos o aplicación de justicia, no obstante, este caso en particular, el gobierno de AMLO puso punto final y llamó a la reconciliación, no quiere avanzar en enjuiciar a los expresidentes ni fuerzas represivas, los responsables de la fosa común que ahora es México, las personas que votaron en el 2018 por una promesa de justicia son hoy quienes alimentan este proceso y hemos aclarado que la consulta no cierra un proceso, por el contrario abre el camino para el castigo a los responsables. Desde Rosas Rojas no participamos sin criticar la consulta, participamos porque este proceso nos permite realizar un ejercicio de memoria importantísimo y que las nuevas generaciones no olviden y comprendan mejor las condiciones que hoy vivimos a partir de las políticas de hambre y muerte aplicadas anteriormente.
La consulta, en sí misma, significa una herramienta de presión para el mismo presidente y el gobierno de la 4T por parte de la base de Morena y organizaciones sociales para avanzar en el camino para obtener justicia para las víctimas de este país y los crímenes contra el pueblo trabajador.
En ese sentido, llamamos a votar por el SÍ en la Consulta popular del 1° de agosto, porque esta consulta, arropada por las y los trabajadores, las organizaciones sociales y el pueblo en su conjunto, significa un medio más para exigir, denunciar y presionar al poder judicial, al presidente y al gobierno de la 4T, de que es necesario la justicia para las víctimas. Y también recalcamos que después de la consulta es necesario movilizarnos, pues independientemente del resultado en las urnas la ¡JUSTICIA LA CONQUISTAREMOS EN LAS CALLES!
Saludamos la iniciativa del EZLN de arrancar una Comisión por la Verdad y la Justicia para las Víctimas y todos los medios activos de participación de los familiares y el movimiento social, necesarios para avanzar en la obtención de justicia a favor de las víctimas de este país, éste también es un mecanismo necesario para superar la coyuntura de la consulta.
¡Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos y violadores de los derechos humanos de las mujeres!
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