El proyecto educativo del sexenio: Mario Delgado y la Nueva Escuela Mexicana. 

Nikte’ Ha’ Segovia 

Con el inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum, han surgido dudas respecto a distintos cargos que ha nombrado y sus orígenes políticos. Uno de ellos fue la designación de Mario Delgado Carrillo como secretario de Educación Pública. 

Uno de los primeros sectores en cuestionar y posicionarse en contra fue la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), inclusive movilizándose durante la toma de protesta de Clara Brugada. Pero, ¿por qué esta oposición? 

La trayectoria de Mario Delgado 

Antes de ser presidente de MORENA, Delgado transitó por  Convergencia por la Democracia (hoy Movimiento Ciudadano) y en el PRD.  En ese partido trabajó en cargos públicos relacionados al presupuesto y la educación de la CDMX. Aquí su participación en “El pacto por México” fue clave, en un acuerdo entre el PRI, PAN y PRD para aprobar distintas reformas que profundizaban el programa neoliberal de los sexenios previos. 

En el año 2013 se reformó el artículo 3° de la constitución y Mario Delgado, en ese entonces Senador del Congreso de la Unión no solo votó por esta reforma, además, promovió este cambio constitucional junto a Claudio X. Gonzalez y otros rostros de la burguesía. La reforma colocaba como responsables de todas las deficiencias que arrastraba el sistema educativo mexicano a las y los profesores, sosteniendo que la calidad educativa era solo tarea del magisterio. Esta idea, dejaba de lado la precariedad salarial y de presupuesto, la privatización de la educación pública, la centralización y la burocracia como verdaderos responsables de la baja escolaridad en el país. 

La educación pública y de calidad es una responsabilidad del estado y para que esta pueda desarrollarse requiere un alto presupuesto que garantice infraestructura e insumos para el acceso y la permanencia del alumnado, por otro lado, la ampliación de la planta docente, sueldos dignos, seguridad laboral y formación-actualización docente de calidad para el magisterio. 

El proyecto de 2013 tenía como objetivo principal el criminalizar a las y los maestros, en especial a los organizados, con un discurso que en lugar de comprender las demandas más sentidas, sometía a competencia las pocas plazas disponibles. De ninguna manera buscaba la mejora de la edición pública y gratuita. 

Con la fundación del partido MORENA y la campaña electoral de Andrés Manuel Lopéz Obrador, Delgado no sólo se suma a su campaña, sino, se desmarca de la reforma educativa de Peña Nieto y comienza a criticarla, acusando de los malos resultados que dio; eso sí, solo hasta la victoria electoral. 

La crítica no es hacia el cambio de posiciones: ¡Es como distintos funcionarios que siempre levantaron programas de derecha dan un salto en el 2018 hacia la izquierda! Delgado es el ejemplo de estos giros, promoviendo todas las reformas de AMLO. Este oportunismo lo que ha provocado es la creación de una fuerte corriente de derecha en MORENA, que muchas veces ha abandonado las premisas del obradorismo. 

Proyecto educativo de la NEM 

Con el establecimiento de la Nueva Escuela Mexicana, los sectores más reaccionarios del país saltaron a acusar al nuevo proyecto educativo de nación de ser “muy político” y de “izquierda”. 

Uno de los factores de mayor presión para las empresas privadas fue la renacionalización de las impresiones de los libros de texto por parte de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG). Desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, volviendo el nivel secundario obligatorio, se requirió la imprenta de muchísimos libros más, y el estado, en lugar de asumirlo, cedió la responsabilidad a empresas privadas, tanto nacionales y extranjeras. 

Poco se habla de la difamación que sufrió el proyecto de la NEM no por errores pedagógicos reales, sino, por la clausura de un negocio millonario que era la imprenta de libros de texto por parte de editoriales nacionales y extranjeras como Santillana, Trillas, Ediciones Castillo, Macmillan Publishers, Grupo Prisa, Grupo Editorial Patria, Pearson, Editorial Esfinge y Oxford University Press. Grupo Prisa es un conglomerado de origen español al cual le pertenece la editorial del mismo nombre, Santillana y el periódico El País. 

Entre los actores que jugaron parte de la campaña de difamación fueron la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), grupo que existe desde la Guerra Cristera en México, y que históricamente se ha organizado por boicotear cada proyecto de educación popular y laica, como la oposición al proyecto de educación rural de José Vasconcelos. 

Otro de los más fuertes opositores fue Ricardo Salinas Pliego, dueño del grupo Elektra, TV Azteca y el Banco Azteca. Con la fundación del Banco del Bienestar en el 2023, se convirtió en la banca nacional con más sucursales del país, superando a su banco. También, las entradas de remesas a México se centralizaron hacia al banco estatal, lo que también significó grandes pérdidas hacia el grupo Salinas Pliego. 

Esto ocurre contemporáneamente al anuncio de la creación de la Nueva Escuela Mexicana y la publicación de los libros de texto. Es claro: a las empresas privadas que perdieron millones de pesos poco les importa el contenido y la calidad educativa que plantea este gobierno, sino cómo seguir llenando sus bolsillos a costa del acceso a la educación. No es coincidencia ni sorpresa entonces, la campaña amarillista y alarmista que acompañó a la NEM por parte de TV Azteca. 

También es cierto, metodológicamente la NEM tiene errores importantes. Dentro de la SEP personajes como Marx Arriaga Navarro, el director de materiales educativos, tomaron decisiones cuestionables: el diseño de los libros de texto previos al diseño del plan de estudios y curricular. Esto obligó a crear un currículum basado en los planteamientos de los libros, lo cual provoca dudas respecto a cuáles son las ideas centrales de la NEM y qué clase de sujeto buscan formar. 

Por otro lado, es importante decir que la idea de que las y los maestros diseñen sus planeaciones con base al contexto escolar es un gran avance, en especial cuando previamente las planeaciones eran una mercancía que se adquiría. Sin embargo, sin una formación docente de calidad, por ende, un fortalecimiento de las normales urbanas y rurales, la Universidad Pedagógica Nacional y las instituciones de instrucción docente no se alcanzarán las metas establecidas. Acá en especial surgen las contradicciones, ya que en días recientes fue un escándalo la baja en el presupuesto de la educación superior. 

Es un reto enorme para el profesorado tener que de un día a otro tener que realizar planeaciones adecuadas a su comunidad, y no es una culpa de un sujeto en lo individual, sino de la precarización de la labor educativa, la pobre formación pública y la sobrecarga de trabajo. Sin aumento salarial, dignificación del trabajo docente y formación y actualización constante y de calidad, el estado seguirá dando salidas personales a cuestiones colectivas. 

Tareas pendientes: los deberes de la organización social y magisterial. 

Por último, ¿cuáles son nuestras tareas como organizaciones? Tenemos que tener claro que las fuerzas de MORENA están en sus bases electorales, quienes lo colocan donde están. Si el partido no escucha las quejas, no sólo pierde el carácter democrático, sino lo que le puede permitir la permanencia: la legitimidad. 

En el caso de funcionarios como Mario Delgado, y Omar García Harfuch, que tienen poco apoyo popular, es importante la movilización y el cuestionamiento al partido. Han sido momentos históricos, como los plantones de la CNTE contra la reforma educativa de Peña Nieto; o la movilización masiva en contra del fraude electoral de Felipe Calderón los que han formado las condiciones necesarias para que hoy gobierne la izquierda. Son esas mismas masas las que le dieron el poder al obradorismo, y por ende, son las que pueden revocarlo. 

Para la tan necesaria reducción de la jornada laboral, y el aumento salarial docente necesitamos el fortalecimiento de los comités de base en territorios, y en específico al tema educativo, del magisterio. La calidad educativa no se mejorará por la buena voluntad de los funcionarios, sino presionando en las calles y movilizaciones.

Hoy más que nunca, conociendo la trayectoria de nuestro Secretario de Educación Pública, no podemos dejar de señalar las contradicciones en la NEM, así como en la propia SEP. 

Lamentablemente, la educación aunque es pública, no es al 100% gratuita, en especial los niveles más avanzados y en las zonas más marginadas. No soltemos la organización, la agitación y mucho menos, dejemos de cuestionar a los funcionarios que están más a la derecha dentro del partido que hoy gobierna. 

¡Por la formación de un sistema educativo popular, público, de calidad y gratuito! 

¡Por el fortalecimiento de la CNTE! 

¡Por una verdadera alternativa de izquierda que impacte en el sistema educativo! 


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