ESTE 8M VAMOS POR EL TERCER PARO INTERNACIONAL DE MUJERES
Este 8 de marzo una vez más las mujeres organizaremos movilizaciones masivas a nivel internacional, saldremos a las calles a exigir mejores condiciones de trabajo, aborto legal seguro y gratuito, el cese a los feminicidios y a la violencia estructural que diariamente vivimos.
En los últimos años las mujeres hemos protagonizado masivas movilizaciones a nivel internacional y por la vía de las hechos a través de enormes marchas, tomas de escuela y paros internacionales hemos demostrado la vigencia de los métodos de la clase obrera, siendo la vanguardia e imprimiendo un enorme dinamismo al conjunto del movimiento social.
Este 8 de marzo se vive en medio de una configuración económica y política a nivel internacional del capital en el que existe un viraje y control mayoritario de la derecha en América Latina, con Trump en EU y Bolsonaro en Brasil como principales exponentes de una política reaccionaria, que impulsarán medidas conservadoras en detrimento de los derechos de las mujeres y toda la clase trabajadora, impulsando con mayor fuerza medidas en contra del aborto Legal, seguro y gratuito por ser la principal demanda que ha unificado al movimiento de mujeres en el último año.
La marea verde impulsada por las compañeras Argentinas trajo un nuevo ascenso del movimiento de mujeres a nivel internacional, que logró que muchos países principalmente de latinoamérica colocarán en la agenda política de sus países esta demanda, la cual se sumó a la demanda del alto a los feminicidios y a la violencia hacia las mujeres.
En nuestro país este 8 de marzo se vivirá en el marco de los 100 días del gobierno de “centro- izquierda” de Obrador quien ha dado varios mensajes de que las mujeres no seremos prioridad en la “cuarta transformación”; por ejemplo no se ha planteado una política para atender la grave problemática de los feminicidios en nuestro país, que presenta los índices más altos de feminicidios en toda América Latina con 9 asesinadas al día y un alto índice de impunidad.
Por otro lado las medidas de austeridad y combate a la corrupción implementadas por el gobierno en turno, han tocado los apoyos contemplados en Presupuesto de la Federación para Programas de apoyo a la mujeres así como a organizaciones sociales que se dedican a proteger los derechos de mujeres víctimas de violencia, feminicidio o desaparición forzada, sumado al anuncio de la desaparición de las estancias infantiles y el retiro de apoyo a los refugios de mujeres de manera directa.
Todas estas medidas están siendo compensadas con el apoyo monetario “directo” a las beneficiarias para evitar corrupción y desvíos de recursos; sin embargo estas acciones significan también en los hechos que el gobierno reduce esos problemas a un “apoyo económico” que además de ser insuficiente, traslada una obligación del Estado que es garantizar la seguridad de las mujeres violentas y de las niñas y niños, a un ámbito familiar, en el que el gobierno se lava las manos cuando entrega el dinero a las beneficiarias. Estas medidas significan también en los hechos una mayor carga de trabajo para las mujeres que mayoritariamente tienen a su cargo a los infantes.
Estos hechos reflejan que Morena no tiene un programa político dirigido hacia las mujeres, que aborde la grave problemática de inseguridad y violencia que vivimos todas las mujeres día con día, más allá de la igualdad sustantiva que tanto pregonan; lo que ha generado el vacío político ideal para que la derecha retome las demandas de las mujeres de manera cínica para golpear al gobierno de Morena y presentarse como una opción política para todas nosotras, cuando en realidad sólo busca fortalecerse políticamente a costa de las demandas de las mujeres, para recuperar el poder.
Ante estos hechos y escenario político, las mujeres sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas, no debemos de bajar la guardia, debemos mantenernos movilizadas en las calles, en las redes sociales, alzando la voz, cuidándonos y defendiendonos entre nosotras, pero también presionando desde abajo y por la izquierda al nuevo gobierno para que nuestras demandas no sean pisoteadas y se tomen en cuenta, como pasó con los refugios de mujeres, que luego de los pronunciamientos en contra y agitación en las redes, se realizó la cancelación de este anuncio.
Las mujeres tenemos también por delante, el desafío político de impulsar un movimiento amplio de mujeres con independencia política que levante un programa desde abajo que atienda las demandas más sentidas de las mujeres de la clase trabajadora, como el feminicidio, las desapariciones forzadas, el aborto legal, seguro y gratuito en todo México así como mejores condiciones laborales.
Un movimiento de mujeres que tenga memoria histórica y que no pierda de vista que aquellas y aquellos que ahora se presentan como fieles defensores de los derechos de las mujeres, tal como lo han hecho representantes políticos del PAN y PRI, que no son más que unos oportunistas ya que en realidad son responsables de la fosa común que ahora es nuestro país y son los que en todos los estados de la república están impulsando reformas de ley que protejan la vida desde la concepción, ellos son nuestro enemigo a vencer y no son, ni serán nuestros aliados.
Este 8 de marzo las mujeres saldremos a las calles también, para seguir exigiendo el aborto legal, seguro y gratuito en todo México y vamos a denunciar que el congreso tiene parada la discusión de 5 iniciativas presentadas en esta institución y que no existe la voluntad política de hacer ley esta demanda del movimiento de mujeres, a pesar de las declaraciones afirmativas en ese sentido; exigiremos el desmantelamiento de todas las redes de trata identificadas a lo largo y ancho del país, así como una correcta investigación de los intentos de secuestros denunciados en los últimos meses en el metro.
Las mujeres saldremos a decir que nuestras vidas también importan y que estamos hartas de vivir con miedo y de ser las próximas, asesinadas, secuestradas y desaparecidas.
¡Por un 8 de Marzo que pare el mundo!
RENACIONALIZAR LA INDUSTRIA ENERGÉTICA, MÁS QUE UNA CONSIGNA
La crisis internacional ha puesto de manifiesto dos vías para los gobiernos del mundo entero: por un lado cargar la crisis sobre los hombros de la clase trabajadora, recrudeciendo medidas económicas y reprimiendo las protestas frente a estas políticas de hambre; por otro lado se cabalga la crisis con medidas “menos duras” llevando al poder a gobiernos de corte popular o de centro con la esperanza de que la carestía de la vida sea menos cruda.
En cualquiera de estos casos ni un sólo gobierno pretende romper con el origen de la crisis, el modelo capitalista. Frente a la crisis, el capital se las ha arreglado para combatir el descenso de la tasa de ganancia por medio del despojo de las naciones imperialistas a las de la periferia, se extrae no sólo recursos naturales sino plusvalor de su fuerza laboral más barata.
El intento golpista contra Maduro en Venezuela que no termina con la salida de Guaidó de este país, es un claro ejemplo de la política imperialista de Estados Unidos. La necesidad por hacerse de la mayor cantidad de reservas petroleras es lo que ha llevado a los Yankis a la guerra en medio oriente y ahora apoyar un golpe contra un gobierto democráticamente electo.
La administración Trump no tiene una estrategia enfocada unicamente en un peón como Guaidó, la crisis en sudamérica está escalando a un punto crítico al borde de una guerra, un enfrentamiento armado avalado por el grupo de Lima no tiene la intención de derrocar a un “dictador” en Venezuela, sino abrir las puertas del recurso energético a las empresas del capital estadounidense.
El Grupo de Acción Revolucionaria llama a defender la autodeterminación de las naciones en América Latina frente a los intereses imperialistas de Estados Unidos. Nos oponemos a una guerra donde las naciones oprimidas del sur se baten en duelo mientras la industria de guerra yanki y rusa se benefician.
La política de neutralidad del gobierno de México no deja de ser cuestionada por el vecino del norte, se presiona constantemente para que ésta cambie hacia un abierto apoyo al intervencionismo. La administración de Obrador debe entender que una política de neutralidad es un comienzo digno pero debe escalar a una posición más clara hacia el intervencionismo y defensa de los recursos naturales de cada nación, la situación de injerencia en Venezuela es el espejo donde nuestro país tiene que analizar su contexto político y energético.
La aprobación de la Reforma Energética en el gobierno de Peña Nieto con el apoyo de los partidos del Pacto por México fue el robo más grande a la nación en la última década, hizo retorceder a México casi un siglo. Esta reforma se ha demostrada que fue planeada desde Washington, una estrategia para apoderarse del petroleo mexicano, blindada por el derecho internacional.
La tercera vía
Frente a la política de despojo del imperialismo, este 18 de marzo no debemos conmemorar nada, por el contrario tenemos mucho por qué luchar. Hace más de 80 años los trabjadores de la industria petrolera tomaron el destino de la nación como prioridad, se enfrentaron contra el capital extranjero, en ocasiones con las armas en mano para defender la propiedad de la nación.
La Renacionalización de la Industria Energética no será un decreto que venga del gobierno de la cuarta transformación, debemos movilizarnos por reformar la constitución y regresar legalmente la propiedad de los recursos a la nación, los trabajadores petroleros tendrán que luchar por su parte para democratizar el sindicato y combatir a las empresas extranjeras y privadas que compran funcionarios al interior de la industria.
La Renacionalización no es una consigna más, es una estrategia para formular un proyecto de nación con soberanía, una forma de capitalizar a la nación para su industrialización y combatir la crisis cambiando el modelo capitalista. Los trabajadores mexicanos de hace 80 años impulsaron un movimiento tan grande que culminó presionando a la administración de Cárdenas para expropiar el petroleo, el pueblo de México debe hacer suya esta consigna y luchar por hacerla realidad, cualquier otra medida seguirá solapando el despojo del capital extranjero y privado en vez de apuntalar un proyecto de soberanía política y energética.
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