DOS BOCAS: UNA DECISIÓN ACERTADA PERO LAS Y LOS TRABAJADORES DEBEN ESTAR A LA CABEZA

Lucio Guerrero.

El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, anunció el 9 de mayo fallo del proceso de selección del encargado del proyecto de la construcción de la Nueva Refinería en Dos Bocas, Tabasco. En esta comunicación se informó que fue declarada desierta la licitación y su desarrollo estará bajo la coordinación de la Secretaría de Energía (SENER) y Petróleos Mexicanos (PEMEX). Se emitió el fallo de una convocatoria con invitación restringida a cuatro empresas, de las cuáles tres incumplieron con las bases solicitadas de origen y la cuarta dijo que se retiraba del proceso.

¿Esto qué significa? Es una modificación de la estrategia de ejecución del Proyecto de la Nueva Refinería en Dos Bocas. Entonces, bajo la dirección de la SENER y PEMEX, esta estrategia de ejecución debería tener como objetivo la maximización de las capacidades nacionales existentes en PEMEX, IMP, INEEL, etc. y maximizar la participación mexicana en el desarrollo de ingeniería, en la fabricación de equipos y en la utilización de la mano de obra especializada; es decir ampliar y maximizar contenido nacional.

No significa que Pemex y SENER van a construir la refinería, sino que van a dirigir, realizar la administración, coordinación y gerencia de la obra e integrar todo con el presupuesto establecido. Con el personal de proyectos de Pemex, del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), de la Procura Internacional de PEMEX y de la Secretaría de Energía, hay buenas capacidades nacionales para conducir y desarrollar el proyecto.

La construcción de la refinería es una meta complicada, porque se debe ajustar su desarrollo y culminación a los tres años, con una inversión máxima de 8 mil millones de dólares; además de ser construida con calidad y eficiencia en el marco de los estándares internacionales.

Para cumplir con lo anterior, la Secretaría de Energía, ha visitado obras y proyectos que han cumplido con metas similares, como los que hay en la India; y no es un proceso que comienza desde cero, simplemente la ingeniería básica puede retomarse de los proyectos que ya existen, como la refinería de Minatitlan o incluso la no construida refinería de Tula; que ya están pagadas y ya fueron inversiones hechas y ya corrió un tiempo significativo para ello. Por la ubicación y el tipo de suelo, la ingeniería básica y de detalle tiene más coincidencias con la de Minatitlán. Retomar la parte de la ingeniería básica significa un ahorro en términos de tiempo de por lo menos un año; por ello las esperanzas de concluirse en 3 años.

La construcción de la refinería de Dos Bocas es una oportunidad importante para demostrar las capacidades nacionales públicas. La construcción de esta refinería ha sido una demanda histórica por la que hemos peleado las y los trabajadores de la energía durante más de dos décadas.

Las y los trabajadores de la energía debemos luchar por encabezar la obra, organizar el proceso de trabajo y participar activamente; debemos tener en perspectiva que las plazas asignadas para la nueva refinería deben ser asignadas con participación de los trabajadores y sus organizaciones sindicales.

A diferencia de otros sectores productivos-económicos, el movimiento petrolero está pariendo en este proceso un nuevo sindicalismo porque estaba supeditado y subordinado al Sindicato Nacional de Trabajadores Petrolero de la República Mexicana (STPRM) que dirige el mafioso de Carlo Romero Deschamps; así que los procesos organizativos que estamos experimentando son relativamente nuevos para el conjunto de las y los trabajadores.

Por lo anterior es que es fundamental nuestra organización independiente y autónoma del gobierno; saber librar nuestras batallas es reconocer que nuestras demandas históricas se están llevando a cabo porque son producto de una lucha igualmente histórica que sostuvimos incluso en la clandestinidad, derivado de la represión del régimen del PRI-PAN y PRD.

La implementación de nuestras demandas es el reconocimiento de lo acertado de nuestras demandas y la claridad con que las formulamos desde el pasado en el marco de una política de seguridad y soberanía energética nacionales, para romper con la dependencia estratégica de los Estados Unidos y de su gobierno xenófobo y decadente.

A corto plazo es importante que el desarrollo de esta nueva política energética contemple la construcción de talleres, reequipamiento de personal, capacitación de personal, recontratación de personal experto y adquisición de activos para reconstruir las áreas de mantenimiento y construcción que fueron rematadas en las anteriores administraciones de Pemex.

La Secretaría de Energía y el presidente Andrés Manuel López Obrador, dieron el banderazo de salida para la refinería el 2 de junio pasado; en menos de un día se registraron 15 mil trabajadores y trabajadoras para levantar ese proyecto. Será una tarea y una meta que como movimiento petrolero organicemos y luchemos junto con dichos trabajadores; un programa de lucha que ponga por delante la seguridad en el empleo, la libertad sindical y el incremento de la participación de los trabajadores organizados en las obras de infraestructura estratégica. Por supuesto, todo esto en el marco de la renacionalización de la industria energética en su conjunto.


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