Las bajas temperaturas provocadas por las tormentas que atravesaron Estados Unidos entre el 10 y el 17 de febrero, provocaron que gasoductos y generadores eólicos se congelaran, lo que atrajo la pérdida de 46,000 MW, lo que significó que el 30% de la demanda total de electricidad del estado quedó sin cubrirse durante los días de la tormenta.
Los apagones eléctricos dejaron sin suministro a un elevado número de plantas de tratamiento de aguas, afectando a más de 12 millones de personas. Se alertó a la población de que hirvieran el agua antes de consumirla, y numerosas personas se vieron obligadas a tomar agua del río San Antonio River Walk.
La mayoría de los supermercados y tiendas de todo el Estado, no pudieron hacer frente a la mayor demanda de alimentos, agravada por la falta de suministro eléctrico, y tuvieron que cerrar.
La imposibilidad de calentar las viviendas a través de la calefacción eléctrica hizo que la población recurriera a métodos más peligrosos para hacerlo, como el arranque de vehículos en interiores , lo que ocasionó más de 300 casos de envenenamiento por inhalación de monóxido de carbono.
La empresa ERCOT es la que suministra electricidad en el Estado de Texas, que tiene un sistema eléctrico aislado del resto de sistemas eléctricos del país. El mercado eléctrico provocó que la electricidad alcanzara un precio de 9000 USD/MWh (dólares por megawatt-hora) y se mantuviera así por 4 días (la semana anterior se había mantenido alrededor de los 30 USD/MWh). Algunos consumidores recibieron facturas de 5 días por valor de 5 mil dólares y varios comercios de venta al por menor quebraron.[1]
México se vió afectado ya que importa el 70% del gas natural que consume y según datos de CFE, en 2019 el 64% de la energía producida fue a partir del gas natural. Dicha dependencia estratégica provocó que ante la falta de suministro de gas de Texas a causa de las bajas temperaturas, se sufriera de falta de energía y apagones durante aproximadamente 1 semana. Sin embargo, la respuesta eficiente de los trabajadores de la CFE y la utilización de termoeléctricas que utilizan combustóleo, llevó a recuperar el suministro de electricidad en 5 días casi en su totalidad.
Lo anterior es muestra de por qué el tema de la energía es de seguridad nacional, no se puede depender de un solo tipo de fuente energética, mucho menos de las energías del sol y del viento que todavía no son suficientemente confiables. También nos muestra que las empresas privadas no son mejores que las empresas estatales, como reza el dogma neoliberal, y que por el contrario pueden llegar a ser tremendamente ineficientes y abusivas como en el caso de Texas, donde la empresa ERCON cargó a los consumidores sus pérdidas por una infraestructura deficiente y una mala administración.
No decimos que no estemos de acuerdo con la transición hacia un sistema energético más limpio, pero la energía sostiene todos los ámbitos de la vida y la economía del país, por lo que dicha transición debe ser progresiva, a nuestro ritmo y no al que quieren imponer las empresas transnacionales.
Recientemente en el Foro Económico de Davos, los representantes de las naciones anglosajonas y de la Unión Europea, hicieron un llamado a hacer un “Reset” a la economía mundial y que sus países y sus empresas se harían cargo de resolver el problema creado por la pandemia. Pero lo que no mencionaron es que son las empresas las causantes del caos ambiental y económico que prevalece y que basan su propaganda en hacernos creer que la crisis ambiental y sanitaria es responsabilidad de todos. ¡No señor! Esta catástrofe humanitaria es responsabilidad de ellos, las empresas globales y sus gobiernos, así que no tenemos que asumir ninguna agenda que implique regalar nuestros recursos a los extranjeros, ni perder nuestra soberanía.
CFE Y EL COMBUSTÓLEO
En diciembre de 2020 entró en vigor la norma IMO 2020 que prohíbe a las embarcaciones el uso de combustibles con un porcentaje de azufre mayor al 0.5%. Con esto PEMEX quedó fuera del mercado del combustóleo y diesel marino, ya que sus refinerías no poseen la infraestructura necesaria para producir combustibles de ultra bajo azufre.
Según la Secretaría de Energía la rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación contempla también la de las plantas coquizadoras de las refinerías de Madero, Minatitlán y Cadereyta, que procesan combustóleo para obtener diesel de ultra bajo azufre, gasóleo y coque, que son productos de mayor valor agregado. Si a esto agregamos que la nueva refinería de Dos Bocas tendrá capacidad para procesar residuales como el combustóleo y producir combustibles de ultrabajo azufre, podemos esperar que aproximadamente en los años de 2024 y 2025 se deje de consumir combustóleo en las termoeléctricas de CFE.
LOS RESPONSABLES DE LA CRISIS SON LOS GRANDES EMPRESARIOS CORRUPTOS
Toda la propaganda en contra de la política energética de AMLO va dirigida a que México se alinee y siga siendo una colonia de los países poderosos y sus empresas con la colaboración de los gobiernos corruptos del PRIAN. El maniqueísmo priva en el green new deal que refrescaron en Davos, y quieren hacer ver que si no estás con ellos con los “verdes”, estás contra ellos. Sólo hay que mirar lo que ha sufrido Cuba desde hace más de 40 años o Venezuela hace más de 10, o el daño que han causado a México empresarios corruptos como Salinas Pliego, que a través de TV Azteca llama a no atender las medidas de prevención del contagio de COVID 19 y que hemos conocido recientemente que debe 40 mil millones de pesos en impuestos. Es este tipo de empresarios que nos hacen creer que tenemos la responsabilidad por el desastre ecológico, sanitario y económico, y son los que piden que el país se endeude, que los salvemos, porque somos el pueblo trabajador quien paga sus errores y su corrupción como el FOBAPROA y los gasolinazos, pero son ellos los responsables que quieren curarse en salud. ¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
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