Enrique Peña Nieto asaltó el gobierno del Estado de México en el año 2005 como candidato del PRI y el elegido por la burguesía, ya que coincidía con sus intereses entreguistas. EPN fue la oportunidad perfecta para manipular la figura presidencial en el 2012 y así continuar con el proyecto de conservación y privilegios de clase. Y su ascenso y su gobierno se caracterizaron por los constantes saqueos y corrupción sobre las arcas de la hacienda pública y la entrega de recursos naturales a manos de privados nacionales y extranjeros, propiedad de la nación.
Este ascenso caracterizado de entregar la presidencia y su candidatura a manos de un grupo reducido de colaboradores, esos que colocaron a Peña Nieto en la ruta de la presidencia fueron El Grupo Hidalgo y Grupo Atlacomulco, diseñando las políticas entreguistas a cargo de Arturo Montiel Rojas, Ignacio Pichardo Pagaza y Emilio Chuayffet. Contemplaron la oportunidad perfecta del control político nacional, el regreso del dinosaurio y la profundización de la agenda neoliberal.
Vale la pena recordar a estos saqueadores, hombres acaudalados que idearon y empujaron a EPN a la presidencia. En esta asociación también se encuentra Grupo Femsa y Grupo Alfa, este último es uno de los conglomerados empresariales más poderosos de México. La suma de la fortuna de los miembros de Grupo Alfa son mayores a las reservas de moneda que tienen los bancos de cualquier país semicolonial de América Latina (1), estos hombres le apostaron al proyecto neoliberal y presidencial encabezado por el PRI, donde pusieron en marcha la ley costo-beneficio, donde se les garantiza el acceso a los bienes más preciados del país: los recursos naturales.
Hoy se ven claramente los retrocesos y la privatización que significó la famosa “Reforma Energética” parte de las reformas estructurales, mejor conocida como “la joya de la corona”, que llevaría a México hasta el primer mundo con la tecnología más moderna. Esta reforma nunca fue atacada por ningún sector de la burguesía, solamente por la izquierda independiente, ¿Por qué? Porque se vendió a Peña Nieto, mediante el apoyo de las televisoras nacionales y el resto de los medios de comunicación, como un Sir Lancelot, como una estrella de cine, parte de la manipulación mediática aprovechada para generar el fraude electoral.
La Reforma Energética de EPN, apoyada por la coalición de partidos del “Pacto por México” (PAN, PRI, PRD) jamás representó un beneficio a la nación, sólo fue la cristalización de las ambiciones económicas de los privados y transnacionales, el más grande proyecto de saqueo y despojo de la riqueza nacional de la última década.
Es imprescindible caracterizar a la Reforma Energética como el marco legal a nivel constitucional para consolidar el saqueo y despojo, es necesario entender la necesidad de conquistar la aprobación de la iniciativa de Reforma Eléctrica de Obrador, y poder avanzar a la Renacionalización Energética bajo control obrero y popular.
En 6 años la industria minera fue entregada en su totalidad a la iniciativa privada. Los yacimientos petroleros (descubiertos por PEMEX) se regalaron a las transnacionales por medio de las rondas petroleras, el agua se entregó a las industrias extractivistas y las playas empezaron a tener dueño.
Se necesitó de la modificación del artículo 27 constitucional, en el apartado a la “propiedad y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional corresponde originariamente a la nación”. Sólo 16 reformas se han hecho a este artículo desde su origen en 1917 hasta el día de hoy. La Reforma de EPN justificó el principio de la privatización de la riqueza, propiedad de los mexicanos, al establecer legalmente el dominio de la tierra y agua a los particulares convirtiendo la constitución en el marco legal que protege los derechos de los capitalistas por encima de la nación (1), el territorio se invadió y convirtió en propiedad de unos cuantos.
Ni en los capítulos más oscuros de la república, como el gobierno de Antonio López de Santa Anna, fue tan grande el arrebato de recursos como el llevado a cabo por la administración peñista bajo la pluma del departamento de Estado de EUA; convirtieron al gobierno mexicano en el bufete legal y administrativo al servicio de la burguesía. Como si no existieran mecanismos de rendición de cuentas, más de 100 mil millones de pesos del erario, casi una tercera parte del suelo mexicano, 8410 permisos para adueñarse de las minas, fueron suficientes para superar tres veces más el saqueo en las minas durante la Nueva España(1).
La Reforma Energética de EPN trajo 113 empresas transnacionales provenientes de Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Holanda, Malasia, Argentina, China, Australia, Rusia, India, Tailandia, Francia y Japón, una verdadera invasión del territorio mexicano de 88,648 m2, espacio que supera las dimensiones de la CDMX, Estado de México, Morelos o Guanajuato (1).
Y no olvidemos el arrebato de tierras a diferentes comunidades indígenas, despojo, de acumulación originaria capitalista, fue suficiente como para dejar una estela de injusticia social, ya que a 210 pueblos se les arrebató su territorio, 64 activistas que defendían el territorio fueron asesinados o desaparecidos y miles de personas han sido desplazadas (1).
¿Por qué la reforma eléctrica actual está recibiendo ataques? ¿Quiénes se oponen? La respuesta es sencilla, empresarios, el sistema judicial, medios y partidos de derecha se han unido en una cruzada por la defensa de sus intereses bajo el marco legado por la reforma energética del 2013:
- Primero. El ataque que se hace a la reforma eléctrica, proviene principalmente de los medios de comunicación convencionales de derecha, cabe resaltar que estos medios ya no reciben dinero del gobierno como en los regímenes anteriores, además difunden desinformación, principalmente sobre un falso aumento de tarifas eléctricas.
- Segundo. Los grandes corporativos aprovecharon la reforma de Peña Nieto, para acaparar el control, distribución, extracción y producción de crudo, energía no fósil y la industria. La Reforma peñista implicó el desmantelamiento de la CFE y PEMEX para dejar el control energético en manos de concesiones favorables a las empresas, significando un robo abierto a la nación.
- Tercero. Es importante rescatar a Pemex, quedó completamente desmantelada y endeudada. Por otro lado, la CFE quedó en bancarrota. Por ello es imprescindible rescatar a estas paraestatales, pero bajo control obrero y popular, implicando la democratización de los sindicatos y el avance de la producción y distribución de energía en manos de las y los trabajadores, sacando por completo a las burocracias de PEMEX y la CFE.
- Cuarto. Esta reforma ayuda al sector obrero que perdió materia laboral y fueron desplazados de áreas estratégicas. Las universidades perdieron su papel en la innovación y producción de tecnología, es el momento que los profesionistas nos organicemos para el rescate de la soberanía energética, tecnológica y política; así como para la Transición Energética Soberana.
- Quinto. Ya no se obligará a comprar energía a los privados bajo condiciones preferentes a costa del desmantelamiento y presupuesto de la CFE, significa el control de precios en los energéticos y la mejor distribución de recursos para educación, salud, tecnología y trabajo.
- Sexto. La Reforma Eléctrica es indispensable, ya que la energía que produce CFE es de 38% de participación y los privados del 62% un verdadero monopolio que se ha apoderado de dos terceras partes de la generación de energía eléctrica, este imperio debe ser anulado.
Como Juventud Revolucionaria, apoyamos la Reforma Eléctrica, sin embargo, sabemos que no basta con regular la concesiones y rescatar el papel de la CFE y PEMEX, mientras no se avance hacia la Renacionalización Energética, que contemple también los hidrocarburos y la necesaria intervención de las y los trabajadores y sindicatos, así como universidades públicas para rescatar la soberanía energética con miras a avanzar hacia el socialismo.
Las y los estudiantes, tenemos la tarea de intervenir en los debates y pugnar por que se apruebe la Reforma Eléctrica, impulsando a su vez la política de Renacionalización Energética y exigiendo que se tome en cuenta a estudiantes de universidades públicas para poner en marcha los proyectos que nos preparen para la transición energética soberana y construir junto a la clase trabajadora y todo el pueblo el control de PEMEX y la CFE para defender estas conquistas.
Ángel Sebastián Reyes
- LEMUS, J. J. (2021). JAQUE A PEÑA Y SU IMPERIO DE CORRUPCIÓN (págs. 1-343). CIUDAD DE MÉXICO: HARPER COLLINS.
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