EL DETRÁS DE CÁMARAS DE LA VENTA DE BANAMEX POR CITIGROUP: CAPITAL FINANCIERO Y EL CAPITALISMO MEXICANO

El martes 12 de enero del 2022 uno de los grandes capitales financieros a nivel mundial, el nortemericano Citigroup, anunció su salida del negocio de banca de consumo y banca empresarial en México, esto mediante la venta de Citibanamex [1]. La noticia en México ha generado un verdadero melodrama burgués. Por un lado, se encuentra una fracción de la burguesía y de sus representantes políticos de derecha que afirman que esto es parte de una desbandada de capitales producto de la supuesta inestabilidad generada por el gobierno de López Obrador (AMLO). En el otro extremo, el mismo sector gubernamental ha tratado de ser muy claro en que esto es una decisión privada de Citigroup que en realidad no tiene que ver con alguna inestabilidad macroeconómica; incluso el gobierno ha aprovechado esta intención como una forma de re-mexicanizar el banco más viejo de la historia del capitalismo mexicano. 

Antes de ver las reinterpretaciones a modo, hay que ir a la versión oficial emitida por la alta dirección de Citigroup desde Nueva York, la cual en resumidas cuentas se interpreta como un cambio en la estrategía competitiva a nivel global, donde la provisión de servicios financieros a pequeños clientes, como es la banca de consumo y empresarial realizada por Citibanamex,  simplemente no parece ser la mejor opción para mantener un nivel global de rentabilidad. El “sabio capital” prefiere dirigir sus recursos a las actividades donde mantiene ventajas competitivas: el reposicionamiento de Citi hacia centros “Global Wealth”, y el fortalecimiento de su presencia en los negocios de pagos y créditos y banca minorista en los Estados Unidos. La estrategía de Citi deja los servicios financieros más afines a la clase trabajadora y a la pequeña burguesía (créditos pequeños, manejo de cuentas, afores, etc) y mejor fortalece su presencia en la oferta de servicios financieros para la más alta burguesía, aquella que tiene un patrimonio neto promedio superior a los 100 millones de dólares [2]. Incluso Citi no sale por completo de México, ya que seguirá dando servicios financieros a las grandes riquezas mexicanas. 

La decisión de Citi es ejemplificadora de la lógica contradictoria que funciona sí o sí dentro del capitalismo. El capital individual en última instancia lo único que calcula es su nivel de rentabilidad y a partir de ello realiza su estrategia competitiva, como lo hace Citi al vender Banamex. Dejando a un lado las posibles consecuencias como podría ser la reestructuración del ya de por sí concentrado sector bancario mexicano [3]. 

Además, la decisión de Citi tiene como trasfondo la realidad de que la ganancia financiera está en los servicios dirigidos a los grandes capitalistas, dejando de lado el desarrollo de lo que se conoce como la bancarización de la mayoría de la población. Esta cuestión pareciera ser que es de preocupación para los capitalismos chicos y dependientes, ya que la mayoría de sus poblaciones han estado históricamente marginadas del mercado de servicios financieros. Por ejemplo, según la revista Forbes, México está dentro del top 5 de países con población menos bancarizada del mundo [4]. Esto sin duda comprueba la idea de que dentro del marco del capitalismo los países atrasados encuentran obstáculos para su propio desarrollo, pues los intereses de los capitales no coadyuvan al desarrollo de una clase trabajadora con acceso a servicios más complejos. 

En este punto es importante dejar un rato la coyuntura, direccionando la discusión sobre el tema del capital financiero en general y su importancia para el desarrollo de las fuerzas productivas, esto se debe a que esta comprensión contiene repercusiones políticas para la vanguardia revolucionaria. Esta discusión además adquiere una dimensión diferente para los países que históricamente han quedado atrás en su desarrollo de las fuerzas productivas: los capitalismos chicos, dependientes y atrasados. 

En palabras simples el crédito (una de las actividades más importantes del capital financiero) es muy importante para generar la inversión que sustenta el crecimiento en términos capitalistas. El crédito es capital dinerario que se presta a interés. Este interés está determinado por la oferta y demanda de fondos en los mercados de capitales y monetarios. Para la economía marxista la tasa de interés tiene una relación con la tasa de ganancia a nivel general: cuando la tasa de ganancia en una economía es alta y existe cierta normalidad en los negocios, la tasa de interés tiende a ser baja (el crédito es barato y hay mayor financiamiento para la inversión); todo lo contrario, cuando la tasa de ganancia se debilita, la tasa sube (haciendo que el crédito se encarezca). Estos fondos que se prestan  no nacen de la nada, son generados en el mismo ciclo productivo, sólo que es un capital dinerario momentáneamente desocupado y colocado a interés [5]. El préstamo se realiza a otros capitales productivos y por ende la acumulación se puede seguir realizando. El sector financiero es una especie de lubricante para el sistema productivo, porque permite que el dinero aparentemente desocupado cumpla una función productiva, generando fondos para financiar consumo y producción. 

Sin embargo, como hemos visto con el caso de Banamex, el financiamiento es muy diferenciado. La ganancia financiera sólo guía a que el financiamiento se concentre en los sectores altos de la burguesía. Dejando a un lado todo el financiamiento a otras clases y sectores que podría llegar a repercutir positivamente en el desarrollo de las fuerzas productivas de un capitalismo chico. Es decir, el mismo capital crea trabas para el desarrollo nacional.  

Ahora, algún progresista nacionalista podría argumentar que eso suscede porque el capital bancario en su mayoría está en manos de exranjeros, que poco les interesa el desarrollo nacional. Si Banamex estuviera en manos de burgueses nacionales, dicen, ellos cumplirían un papel progresivo generando inversión para nuevos sectores productivos y para ampliar la capacidad de consumo de la clase obrera mexicana. La realidad es que esto es relativo a la tasa de ganancia, es decir, la misma cosa con la que se guiaba también Citi.

La realidad es que el sistema bancario mexicano no nació con la extranjerización de la banca que se ha dado en los últimos 30 años. Mucho tiempo atrás los bancos estaban en manos de burgueses nacionales que sólo invertían en proyectos rentables pero que jamás generaron un desarrollo nacional generalizado capaz de romper el atraso competitivo del capitalismo mexicano. Entonces, no es un problema tal cual de si el capital es mexicano o extrajero, el problema es el capital mismo y las leyes con las que se desarrolla. 

Para este punto, la vanguardia revolucionaria tiene que comprender que la consigna de nacionalización de Banamex debe estar enmarcada dentro de un programa político de clase amplio dirigido a la toma del poder por parte de la clase obrera y con la construcción de un Estado obrero que sea capaz de llevar a cabo la expropiación de los medios de producción y, además de ello, que sea capaz de concentrar todos los recursos financieros del país, actualmente dividido en muchos bancos. 

Por ello no se debe dejar la lucha ideológica que se cuestione no sólo la nacionalidad de un capital, sino que ponga en duda la lógica que impone la propiedad privada en un sector tan importante como es el financiero, el cual tiene repercusiones en el desarrollo productivo y social. 

[1] Para ver textualmente el comunicado de Citigroup: https://www.banamex.com/sitios/comunicados-prensa/pdf/institucional/Citi-Announcement.pdf  

[2] Mares, M. (12 de enero de 2022).  “Citi, riqueza global”. El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Citi-riqueza-global-20220112-0002.html

[3] Noguez, R. (20 de enero de 2022). “Si un gran banco que ya opera en México compra Citibanamex, existe riesgo de concentración: Fitch”. Forbes. https://www.forbes.com.mx/negocios-si-un-gran-banco-que-ya-opera-en-mexico-compra-citibanamex-existe-riesgo-de-concentracion-fitch/

[4] Sandoval, M. G. (17 de marzo de 2021). Forbes. https://www.forbes.com.mx/mexico-en-el-top-5-de-paises-menos-bancarizados/ 

[5] Astarita, R. (Diciembre de 2008). “Crítica de la tesis de la financiarización”.. Obtenido de Nodo 50: https://www.nodo50.org/gpm/financieras/todo.pdf


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