¡LA SOBERANÍA ENERGÉTICA LA GANAREMOS EN LAS CALLES Y EN EL CONGRESO!

Editorial
La crisis que el capitalismo vive a nivel global enmarca la lucha por la soberanía energética en México. La guerra interimperialista desarrollada en Ucrania entre Rusia y la OTAN-Estados Unidos ha recrudecido las consecuencias económicas de la pandemia.

Quién puede negar que la Pandemia y la Guerra han sido sumamente benéficas para el gran capital, por el contrario la inflación y el alza en los precios de productos de primera necesidad sentencian a las grandes mayorías a un periodo de incertidumbre económica, tanto en las grandes potencias como en los países semicoloniales.

La especulación en los precios de los energéticos con motivo de la guerra eleva el costo de la vida para las masas ya de por sí golpeadas por más de dos años de pandemia. Desde diciembre del 2021 la mezcla mexicana de petróleo crudo ha venido a la alza y el 8 de abril alcanzó un precio récord de 119.62 dólares por barril; la derecha mexicana que auguraba el fin del petróleo como industria rentable cambia sus argumentos y reclama cuentas al actual gobierno de MORENA cuestionando en qué se utilizarán las jugosas ganancias del oro negro, como si de pronto olvidaran que el precio del crudo afecta directamente el costo de las gasolinas en que la oferta nacional ha alcanzado 712,000 barriles diarios y donde la producción nacional alcanza hasta el 32%, es decir, importamos hasta el 68% de la gasolina que se consume en el país.

Agreguemos la entrega de las reservas nacionales a empresas privadas y transnacionales con la Reforma Energética de Peña Nieto, entrega que se detuvo con la cancelación de las rondas petroleras faltantes por la actual administración, pero que no dio marcha atrás con los contratos ya otorgados.

En resumen, la crisis energética y la especulación que ésta genera a raíz de la guerra en Ucrania no es provocada por el desabasto, Rusia no ha dejado de suministrar GAS a Europa; mientras los misiles caen, los energéticos y los billetes no dejan de fluir. Esta guerra la estamos pagando el proletariado ucraniano e internacional con los muertos y nuestra pobreza.

SOBERANÍA ENERGÉTICA YA ¡FUERA PRIVADOS, TRANSNACIONALES Y LA INTERVENCIÓN GRINGA!
El pasado jueves 31 de marzo, el enviado especial de la Casa Blanca John Kerry y el embajador estadounidense, junto a otros representantes se reunieron con López Obrador para discutir ¡NUEVAMENTE! la Iniciativa de Reforma Constitucional en materia Eléctrica, esta discusión en la que posteriormente AMLO afirmaría que los visitantes se “sintieron atendidos y satisfechos”, fue la última de una serie de intervenciones abiertas del imperialismo norteamericano por hacer desistir al gobierno federal de la reforma eléctrica, a tal grado ha sido esta intervención que el presidente ha tenido que aceptar que se ha realizado lobbying (una suerte de cabildeo) en la Suprema Corte de Justicia de la Nación por parte de representantes Yankees.

A pesar que la actual Reforma Eléctrica deja un máximo a los privados de 46% para la generación, a diferencia del 62% que controlan actualmente, la derecha, el imperialismo, los privados y las transnacionales han emprendido una campaña mediática contra todas las iniciativas de esta administración por recuperar la CFE y reordenar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y particular contra esta iniciativa constitucional. Desde enarbolar la bandera ecologista que se les ha caído ante los datos que demuestran que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) genera la mayor cantidad de energía “limpia”, además de ser la más barata, hasta la presentación de 12 puntos y una contra propuesta desde el frente “Va por México” que aglutina al PAN, PRD y PRI, una propuesta totalmente al servicio de los intereses privados y rescantando los organismos como la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos que se desaparecen con la propuesta presidencial y que por la vía de los hechos han sido un poder por encima del poder estatal que controlan las empresas nacionales y extranjeras para adueñarse del mercado energético.

Desde el Grupo de Acción Revolucionaria decimos que no puede existir soberanía energética con empresas privadas y transnacionales dentro de la industria más importante para el país como lo es la energética. La Reforma Eléctrica que se discutirá en pleno de la Cámara de Diputados el próximo 12 de abril apenas es un piso mínimo para recuperar el control del SEN y fortalecer a la CFE, ni siquiera la victoria efímera en la SCJN que desechó la inconstitucionalidad de una parte de la Ley de Industria Eléctrica aprobada el año pasado y la cual fue detenida por una lluvia de amparos apenas a unas horas de ser aprobada por el congreso garantiza un escenario positivo, el punto central sigue siendo como lo hemos señalado en diversas ocasiones, acabar con el marco legal que la contrarreforma del 2013 dejó en la constitución, la lucha por la Reforma Eléctrica no puede retroceder, por el contrario debe avanzar.
Este martes el pueblo organizado, las organizaciones de usuarios de la electricidad, organizaciones populares, organizaciones de la izquierda revolucionaria debemos prepararnos para los diferentes escenarios que se desarrollarán en el parlamento, así como el ejecutivo se preparó con una nueva propuesta de Ley Minera ante la posibilidad de que su partido y aliados pierdan la votación, el pueblo movilizado no puede aceptar menos de lo que hasta hoy se ha plasmado en las diferentes propuestas, debemos ir por todo.

Ante una votación en contra de la Reforma Eléctrica el plantón que organiza el Frente Nacional en Defensa de la Reforma Eléctrica (FNDRE) debe tomarse muy en serio tomar la tribuna del congreso ante la traición de las y los legisladores y una presión contundente al ejecutivo federal, pero la exigencia que el frente enarbole no puede quedar en la propuesta mínima que se incluye en la iniciativa debe retomar la consigna que las organizaciones hemos levantado durante este proceso y desde hace décadas “Renacionalización total de la industria energética sin pago, bajo control obrero y popular”.

Sólo de esta forma podemos poner frente a los miles que nos movilizamos en los estados de la república una vía estratégica, por esta vía podemos luchar y poner un freno real a la intervención extranjera, hoy Estados Unidos no puede perder un aliado comercial y diplomático tan importante como lo es México, frente a una guerra en Europa que no avanza según sus planes, ante el crecimiento de China como potencia económica y tecnológica, y las movilizaciones en América Latina que hacen retroceder a la derecha en los gobiernos del cono sur, este es el momento para tomar en nuestras manos una política ofensiva.

Los burócratas dentro del partido Movimiento Regeneración Nacional que no se cansan de decir que la correlación de fuerzas no es favorable, están tirando por la vía de los hechos su propia retórica, acaso no hay fuerzas con el informe a tres años de gobierno convocado por Obrador en el Zócalo en diciembre pasado y los convocados por Claudia Sheinbaum en marzo y abril en el monumento a la revolución ¿Hay o no fuerza, hay o no respuesta de las organizaciones y el pueblo? SÍ LA HAY

Desde la presidencia hasta la burocracia de MORENA han jugado un papel de contención de la movilización, tenemos que superar a las direcciones que prefieren encauzar la fuerza de las masas movilizadas a potenciarla con un programa revolucionario, desde que comenzó esta lucha hemos dicho que la Reforma Eléctrica la ganaríamos en las calles mientras, las masas han demostrado que sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas y que cuando inundamos con movilización y organización la derecha retrocede, ésta reforma no se ganará con negociaciones, en el momento en que se le conceda a la derecha y los empresarios la reforma ya se perdió y éste es uno de los escenarios que incluso los diputados de la alianza “Juntos haremos historia” están dispuestos a aceptar.

Los trabajadores del campo y la ciudad estamos hartos de seguir votando por el cambio y que éste no se materialice en los momentos decisivos, garantizar el derecho humano a la electricidad, nacionalizar el litio para la industrialización del país, elevar a rango constitucional la transición energética soberana, recuperar el control del Sistema Eléctrico Nacional y la recuperación de la Comisión Federal de Electricidad a su carácter social tienen su punto de partida en la actual Reforma Eléctrica, aceptar menos es imposible, luchar por la renacionalización es indispensable.

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