“Y al final”: Call Centers y precarización laboral

Recientemente en Tik-Tok se viralizó una tendencia: el trend de Rosa Pastel. La serie de videos muestran cientos de historias sobre egresados universitarios que ensanchan las filas del ejército de reserva, orillados a tomar empleos dentro de la rama del sector servicios dado que no encuentran ocupación en su ámbito profesional. Los call centers reclutan, de acuerdo al Instituto Mexicano de Teleservicios, a 780 mil trabajadores en 2022. Estos centros laborales se caracterizan por tener vacantes de forma cuasi permanente, debido al desgaste físico y emocional que implica laborar en estas empresas, entre inestabilidad laboral, tercerización al contrato, condiciones en infraestructura pésimas, muchas veces trabajando en sitios donde el calor es insoportable, sumado a esto se encuentran las extenuantes horas que se laboral, pasando por desde las nueve horas, escalando a las once horas y en casos, no aislados, sobre pasando este tiempo. 

Los call center han tenido un crecimiento exponencial desde el cambio de dinámica que tuvo el capitalismo desde el  llamado estado de bienestar guiado por las políticas económicas de Keynes, hasta neoliberalismo , en esencia este último se caracteriza por la disminución de la participación estatal en las industrias estrategias en el marco del estado-nación, en ese sentido, el trabajo también tuvo sus afectaciones. Previo al auge de la flexibilización laboral, el trabajo se caracterizaba por tener bien definido las tareas a realizar por un trabajador, a contar con una tradición sindical -pudiese ser charra o combativa- a tener horarios definidos, contratos rígidos, colectivos y sobre todo a prestaciones laborales, la flexibilización conllevo al desarme de estas características, lo que más menos permitía a la generación de nuestros abuelos, abuelas, madres y padres tener la capacidad de tener casa propia y poder sostenerse más allá de lo individual; en contraste, la generación nacida después de los 90´s se topa con las políticas de flexibilización traducidas a la falta de definición de una tarea concreta, es decir, ahora se realiza más de una tarea, la rigidez de los horarios se empiezan a desvanecer, si la empresa necesita al trabajador más tiempo este debe de estar ahí sin que necesariamente signifique un pago extra -surge la leyenda de ponerse la camiseta-, se pierden las tradiciones sindicales, los contratos pasan a ser de prueba, con ello el fin de la antigüedad, en resumen: salarios paupérrimos por más trabajo y menos prestaciones. 

En ese marco es que encontramos a los call center como centros de trabajo que describen a la perfección lo que es la flexibilización laboral los más de 100 mil trabajadores que ocupan las sillas en estas bodegas u oficinas semi acondicionadas lo viven en la cotidianidad, las jornadas laborales son tremendamente exhaustivas, mínimo seis horas o siete horas que se alargan dependiendo de la demanda que tenga la empresa, sumando los traslados, considerando que muchos de ellos están centralizados en la CDMX y en sus alrededores, agregando otras 2 o 4 horas de viaje; otra fenómeno donde se refleja la precariedad de estos trabajos son los contratos y los sueldos, los contratos a prueba, por campaña o por meses son el mecanismo que impide a los trabajadores ir generando antigüedad, con ello semanas de cotización para su retiro, con la privatización de los seguros y la precariedad de salarios, nuestra generación se encuentra desnuda ante los embates de las enfermedades o accidentes, sumando a esto los contrarios en su gran mayoría los trabajadores son tercerizados, de esta manera, los trabajadores dan la cara por una empresa que no los contrata, sino por otra que está oculta y esto a su vez dificulta los reclamos a la patronal, lo que se traduce diariamente en los abusos de las patronales hacia sus trabajadores. 

El tema salarial juega un papel vertebral dentro del funcionamiento de los call center, en su mayoría estos centros de trabajo, el trabajador tiene su ingreso entendido en dos partes, salario base y comisiones o bonos, esto debido por una parte a que las ramas que más dominan en los call center en ventas, promociones y cobranza, empresas que se caracterizan por acelerar el proceso de ventas o recuperar deuda, esto conlleva grandes sumas de dinero para las patronales, sumas que contrastan con los raquíticos salarios base que perciben los trabajadores, táctica que ve su arropamiento en la narrativa de “ponerse la camiseta” o “trabajo duro”, ya que al no tener un sueldo que permita cubrir las necesidades básicas de los trabajadores, las comisiones por venta o por pagos de deuda son el complemento que permite alcanzar la subsistencia para los trabajadores, por ejemplo, en un call center que presta servicios a una cadena de comida rápida, el trabajador se llevaba $5 de comisión en paquetes con precio de $600 como mínimo, la cantidad de dinero que se percibe de un lado de la patronal a la que se lleva el trabajador es enorme, mientras el trabajador lucha para alcanzar la subsistencia estos centros siguen creciendo a costa de los trabajadores; pero este fenómeno salarial no solo tiene efectos para el trabajador individual sino para la colectividad y empatía de clase entre los propios trabajadores, el sistema de pago a comisiones genera una agudización de la competencia entre los trabajadores, que compiten por lograr una venta o un cobro antes que su compañero o compañera de a lado, y si no fuera poco, la patronal a través de la figura de los supervisores ponen la meta del mayor vendedor como punto a alcanzar, generando ante ello una competencia que puede tener repercusiones tanto emocionales como de emprendimiento si no se iguala el proceso de venta. 

Las rencillas en torno a las comisiones, la inestabilidad del trabajo y la facilidad con la que se puede despedir a los trabajadores de los call center crean el caldo de cultivo perfecto para la desmovilización y a pérdida de identidad de clase, estos centros laborales cuentan con una alta plantilla de jóvenes trabajadores que encuentran en estos trabajos la única alternativa para seguir estudiando, una salida cuasi frecuente para salirse de las filas del ejército de reserva y poder subsistir, muchas son las expresiones de odio y repulsión de los trabajadores que han estado en las filas de los call center: “los sueños de un joven mueren diariamente en un call center”, decía un pancarta en una manifestación del primero de mayo, pero no solo los jóvenes estudiantes engrosan las sillas de los call center, aquí caben jóvenes que no han tenido el derecho a estudiar, adultos mayores que deberían estar en el retiro, trabajadores adultos que han perdido sus empleos tras la pandemia del covid o son migrantes. 

Es necesario que los trabajadores y trabajadoras de los call center abracen la historia y recuperen el arma más poderosa que tienen contra sus patrones, su conciencia de clase y con ello la organización clasista. La necesidad de ver a la compañera o compañero de a lado como un camarada antes que verle como competencia, con ello, sepan, call centeros y call centeras que ganaran más que teniéndolos como rivales, ganaran la solidez de una masa de trabajadores organizados que ven en sus fines los fines de sus compañeros, que ven en sí la fuerza que necesitan para exigirle a sus patrones una jornada laboral de 40 horas como máximo y dos días de descanso, ven en ellos la fuerza para lograr que el se trabaje para vivir y no vivi para trabajar, tendrán en su organización la pérdida del miedo para poder exigir mejores salarios de base, derech romper con el mito del esfuerzo individual y la constante competencia de las comisiones, y sobre todo, es importante recordar que tienen derecho a la movilización, la sindicalización y sus organizaciones de trabajadores, habrá que recordar que juntos no se nos podrá despedir como de forma aislada, si nos movilizamos en colectivo al interior de un  call center coordinados con  los demás call centers  podremos alcanzar esas mínimas demandas, podremos parar las llamadas, la productividad del call center se viene abajo, ahí les duele, en sus ganancias, aquellas que crecen a costa de nuestra miseria, de la explotación cotidiana, recuperemos el ejemplo de trabajadores de otras centros laborales como los repartidores de APP, la lucha con perspectiva de clase es la que nos dará la rienda a la solución de la miseria cotidiana que vivimos día a día. 

Andrei Rodríguez

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Una respuesta a ““Y al final”: Call Centers y precarización laboral”

  1. […] 20 de agosto de 2023 Infinit Cool Tour ॐ ૐ Deja un comentario “Y al final”: Call Centers y precarización laboral […]

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