¡40 HORAS YA!:SIN CONCESIÓN NI PACTOS CONLA BURGUESÍA

La reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales es la conquista pendiente para la clase trabajadora en México. Fue una promesa de campaña de Sheinbaum pero la reforma está detenida en el Congreso pese a la presión del movimiento social por su aprobación. La reducción de la jornada laboral lleva 2 años en la congeladora demostrando la falta de voluntad política por llevar al frente estas demandas por parte de la bancada morenista en los congresos. En el sexenio pasado el pretexto era que no se tenía la mayoría calificada para avanzar en las reformas ¿ahora cuál es el pretexto?, claro, ¡privilegiar a la burguesía antes que a la clase trabajadora!
Tras la llegada de Sheinbaum a la presidencia y la conquista de la mayoría calificada con 73% de escaños en el Congreso entre morena y sus aliados (PVEM y PT), es decir, 364 diputaciones, no cabe duda que existen las condiciones en el Legislativo para aprobar la reforma de 40 horas pero no existe la voluntad política para hacerlo. Recientemente el diputado y coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, salió a decir que la reforma se aplazaría hasta el siguiente periodo ordinario para “lograr un consenso con los empresarios del país”.

¿POR QUÉ NO SE APRUEBA LA REFORMA DE 40 HORAS?
La derecha al interior de Morena es el principal obstáculo: MORENA no es un partido para la clase trabajadora, es un partido pluriclasista que siempre va a privilegiar los intereses de la burguesía. Un ejemplo es Pedro Haces, el empresario que a principios de año impulsó una iniciativa que buscaba embargar el salario de los trabajadores en caso de que no pagarán sus créditos, lo que resultaba benéfico no solo para grupos financieros, sino, particularmente en los que Haces tenía inversiones. Esto es reflejo de la derechización de MORENA al interior de sus filas entre sus representantes legislativos.
No dejaremos de denunciar el silencio sepulcral de las direcciones sindicales, ni uno solo de los grandes sindicatos o centrales sindicales se ha movilizado en favor de la iniciativa en el congreso o impulsado procesos para ganar la jornada semanal de 40 horas en los contratos colectivos de trabajo. Tenemos que pasar a ocupar las calles y las fábricas como trabajadores, el empresariado se ha opuesto a todas las
iniciativas en favor de nuestra clase, desde la desaparición del outsourcing hasta el incremento salarial. La reducción de la jornada ataca directamente a las ganancias del capital, si la clase trabajadora no pasa a la acción, nunca conquistaremos este derecho si no presionamos a las direcciones “democráticas” o charras de los sindicatos y a los diputados “obreros” y guindas en el congreso.
Si bien la reforma en 2024 fue impulsada por la líder sindicalista y ex diputada de Morena, Susana Prieto Terrazas, está igualmente fue obstaculizada no sólo por el entonces coordinador de la bancada de Morena en el Legislativo, Ignacio Mier, también, hubo una contención incluso para impedir la movilización de la clase obrera en las calles para presionar por su aprobación. Morena contiene la movilización y genera retraso de la discusión en el pleno del Congreso de la reforma, esto deja ver su uso para hacer cálculo político en función de cabildear con empresarios su aprobación, pese a que hubo parlamentos abiertos y se sobre argumentó al respecto de lo positivo de la reforma, sin embargo, el emplazamiento y el pacto con las empresas fue la apuesta del morenismo, antes que con la clase trabajadora, pese a que incluso Obrador tenía toda la capacidad de movilizar a los trabajadores para su conquista en el pleno aunque no tuviera la mayoría calificada. Ahora que sí la hay ¡No hay pretexto!.
Aunado a lo anterior, los diputados ligados a la agenda empresarial: Haces y Monreal, declararon que para el 1 de mayo de este año se aprobaría la una reforma en materia de propinas que obliga a los patrones a no apropiarse de las propinas de los trabajadores. El morenismo se respalda en la reciente “Ley Silla” es una reforma a la Ley Federal del Trabajo en México que garantiza el derecho de los trabajadores a tener asientos con respaldo durante su jornada laboral, especialmente en sectores como servicios, comercio y trabajos que requieren estar de pie por largos periodos. Estas leyes, no responden a las demandas de la clase trabajadora que implican mejoras sus condiciones de vida, más bien representan la reproducción de la explotación pues no se tocan los intereses de la burguesía ni del capital.

UNA REFORMA URGENTE PARA LA JUVENTUD Y LAS MUJERES TRABAJADORAS
Las implicaciones de la reforma para la juventud y las mujeres trabajadoras significan una mejora en las condiciones de vida y disfrute del tiempo. Actualmente, del total de personas cuidadoras de 15 a 60 años, el 76.4% son mujeres. La madre es la principal cuidadora de infancias, adolescencias y personas con discapacidad. Respecto a la condición de ocupación de las mujeres cuidadoras, el 56.3% participa en el mercado laboral, contra un 93.9% de los hombres cuidadores que lo hacen. Esto implica que las mujeres además de ser las que menos posibilidades tienen de ser empleadas y son quienes tienen mayor carga de trabajo doméstico. Una política de cuidados evidentemente no puede dejar de lado esta contradicción entre el capital-trabajo, al contrario, debe ir ligada no sólo a reducir la jornada laboral a 40 horas, además, profundizar con guarderías, lavanderías y la socialización de horas de trabajo para poder tener derecho al mismo y en las mismas condiciones que los hombres.
Identificamos que el 54.1% de la población trabajadora está en el sector informal, agregamos que las malas condiciones laborales se profundizan, en donde las jornadas de trabajo incluso superan las 10 o 12 horas diarias, además de que no se cuenta con acceso al servicio de salud, salud o ahorro.

MOVILIZACIÓN EN LAS CALLES HASTA CONQUISTAS LAS 40 HORAS
El morenismo desarrollará las reformas mediante pactos y concesiones para la burguesía y a un plazo que le favorezca. Demostrado que las reformas se han diluído en el Congreso, perdiendo su fuerza y profundidad para la clase trabajadora. Morena en este sentido no responde a los intereses de las masas explotadas y oprimidas ni responderá mientras se siga alineando a los intereses del capital y siga sosteniendo el TMEC y las condiciones de explotación que le imponen a la clase trabajadora. Morena ha demostrado que pese a tener mayoría calificada en el Congreso no aprobará la reforma de 40 horas hasta que no existan certezas para la burguesía que no les representará grandes pérdidas de su capital.
Desde el Grupo de Acción Revolucionaria llamamos a romper cualquier tipo de alianza con la burguesía, luchamos para romper el Frente Popular que representa Morena y llamamos a conquistar el Frente Único de la clase trabajadora que implique la conquista en unidad en las calles la reforma de 40 horas con el principio de independencia de clase. La jornada de 40 horas es una tarea histórica que requiere romper con la ilusión de los partidos pluriclasistas, debemos conquistar la independencia de la clase trabajadora y levantar al movimiento obrero por esta y otras reformas como la eliminación del outsourcing, por la socialización de las horas de trabajo, por la total ruptura con la política de explotación que impone el TMEC y por un verdadero gobierno de los trabajadores. El actual gobierno federal únicamente le otorga beneficios a la burguesía, la clase trabajadora debe luchar por ella misma para conquistar nuestras demandas, absolutamente ningún gobierno burgués nos otorgará mejores condiciones materiales de existencia para nuestra clase .


¡40 horas ya!
¡Sin concesión ni pactos con la burguesía!


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