¡POR UNA TRANSICIÓN ENERGÉTICA SOBERANA Y UN TRANSPORTE PÚBLICO EFICIENTE!
El litio es uno de los minerales estratégicos más importantes del presente. Es un material que puede ser utilizado en la industria farmacéutica, para hacer lubricantes, vidrios o cerámicas, pero el uso más relevante para el que se contempla el yacimiento ubicado en los municipios de Arivechi, Bacadéhuachi, Huásabas, Divisadero, Granados, Sahuaripa y Nácori Chico en el estado de Sonora, es para la electromovilidad.
Su uso en la fabricación de baterías es una apuesta en la transición energética hacia las energías limpias en América Latina y el mundo. La desventaja más marcada que tiene es que la electromovilidad no es una alternativa consolidada, diferentes agencias de energía ya alertan sobre el desabasto del litio en un lapso de 20-30 años. Este desabasto será producto de la amplia producción de vehículos privados impulsados con electricidad, vehículos que almacenarán cargas eléctricas en baterías de litio, pues los planes de la mayoría de países apuntan a trabajar un plan donde se oferten vehículos particulares, en vez de generar un plan que priorice el transporte público, que en términos globales beneficiaría a la mayoría de la población.
El pasado 18 de febrero, Andrés Manuel López Obrador, firmó un decreto que estipula al litio como propiedad de la nación (DECRETO por el que, por causa de utilidad pública, se declara zona de reserva minera de litio la denominada “Li-MX 1”)[1]. En las palabras del Presidente, el litio se ha nacionalizado para que toda utilidad que se obtenga de su explotación y procesamiento sean destinadas al erario público. Desafortunadamente el decreto no pretende anular las concesiones a las empresas privadas nacionales y transnacionales, sino que pretende respetar los contratos existentes. Por lo que no se puede considerar nacionalización total.
El concepto de nacionalización debe entenderse como la gestación de dos líneas esenciales. Una, donde se debe lograr el provecho total de la propiedad de los medios, bienes y servicios en favor de la nación; otra, que los bienes extraídos y logrados de la materia explotada, sean comercializados o utilizados en beneficio del pueblo.
En este análisis, un decreto debe considerarse como una “resolución escrita de carácter normativo expedida por el titular del Poder Ejecutivo, en uso de sus facultades legislativas, o por el Poder Legislativo. Al interior del Congreso, el decreto contiene un proyecto de ley aprobado por el Pleno de una o de ambas cámaras. Sus disposiciones son regularmente de carácter particular y su vigencia está limitada en espacio, tiempo, lugares, corporaciones, establecimientos y/o personas, a diferencia de la ley que contiene disposiciones generales y abstractas”[2].
Por lo anterior, no queda más que recordar que el gobierno de la 4T, es un gobierno reformista, que aunque habla de la recuperación o fortalecimiento de la industria energética como PEMEX o CFE, acepta la intervención de privados, incluso transnacionales, y ha sido incapaz de lograr una nacionalización total del litio, donde a pesar de que las mineras transnacionales tienen concesión en una parte muy pequeña del yacimiento, siguen ahí, a la espera de una oportunidad para incrementar su margen de explotación.
En épocas pasadas, en México se tuvo la nacionalización de la industria del petróleo (1938), que se llevó a cabo por expropiación de bienes; y la nacionalización de la industria eléctrica (1960), que fue llevada a cabo por vías de derecho privado, es decir, el gobierno de aquel entonces, compró los bienes y servicios que tenían los privados. Considerando lo anterior, aún queda la esperanza de que la ya decretada LitioMX, sea la encargada de terminar con las concesiones otorgadas que privatizan el suelo mexicano, las que lo hacen de forma inconstitucional, violando el artículo 27 de la constitución mexicana.
Los trabajadores de la energía del Grupo Acción Revolucionaria, llamamos a la organización de las masas para construir una alternativa que no tema luchar por la nacionalización total de nuestros recursos energéticos y que sea la clase trabajadora la batuta en LitioMX, que sea el pueblo, las y los trabajadores quienes defendamos y dirijamos los intereses energéticos de nuestra nación.
Antonio R.
¡Fuera privados y transnacionales de la industria energética!
¡Renacionalización de la industria energética, sin pago, bajo control obrero y popular!
[1]https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5680091&fecha=18/02/2023#gsc.tab=0
[2] SIL: http://sil.gobernacion.gob.mx/Glosario/definicionpop.php?ID=66
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